Lujuria vs. Razón

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Se despidieron después de varios besos más, Jimin entró  a su casa con un revuelo en su cabeza.
Y ahí estaba, el dueño de todas sus pasiones. EunWoo lo recibió con una gran sonrisa, su torso trabajado desnudo y solo con un pantalón deportivo cubriéndolo.
Trago aire, parecía que sus pulmones habían dejado de funcionar.

-Hey extraño llegaste- dijo y se acercó a darle un beso en la comisura de sus labios.

Jimin cerró los ojos, quizás de esa manera dejaría de pensar en todas las marcas que quisiera dejarle en el cuerpo al otro.

-¿Qué  estabas haciendo?- preguntó

-Estaba haciendo un poco de ejercicio, ya sabes debo mantenerme en forma para seguir trabajando- contestó con una amplia sonrisa.

-¿Trabajando?- indagó curioso

-Si, hoy me llamaron de una agencia de modelaje, y estoy a punto de firmar un gran contrato. Me quieren como la imagen de una línea de indumentaria deportiva- respondió

-Wooww eso es grandioso- exclamó.

-Lo es, si todo sale bien, estaré desfilando en las pasarelas de Corea muy pronto- informó.

-¿Y tus compromisos en Estados Unidos?, digo allí tenías muchísimo trabajo-

-Si, pero por ahora pienso instalarme aquí. También fui a ver un departamento,  es amplio y cerca de la agencia, así que si logro arreglar el precio lo compraré- comentó.

-¿Estás seguro?, ¿de verdad vas a quedarte aquí? ¿No piensas volver a América?- cuestionó sorprendido.

-No lo creo, todo lo que quiero está aquí ahora, así que no pienso irme-

-EunWoo, yo...

-Shhh Jimin, no digas nada, déjame hacer esto, ya veremos como sigue todo-

Sus manos tomaron la cintura de Jimin acercándose de manera lenta y peligrosa a su rostro y sin mediar más palabras ambos se unieron en un beso hambriento, cargado de lujuria. Jimin a esas alturas no podía pensar en nada más que no sea ese cuerpo entre sus brazos.

EunWoo lo llevó lentamente hasta el amplio sillón, sin dejar de acariciar cada parte de su cuerpo. Poco a poco comenzó a desabrochar los botones de su camisa, su cuerpo quedó expuesto y EunWoo atacó sin tregua este, besando, lamiendo y chupando todo a su paso.
Jimin jadeaba de placer ante aquel acto y dejándose llevar le quitó los pantalones, dejando a la vista el maravilloso miembro del otro que pedía a gritos ser atendido.
Comenzó a masturbarlo lentamente mientras el otro le terminaba de quitar la ropa.
Ambos desnudos sobre el sillón, comenzaron un vaivén delicioso y cargado de pasión. Las embestidas eran profundas, los cuerpos chocaban de manera perfecta y sus bocas se exploraban una a la otra sin tregua.
El orgasmo resonó en aquel lugar y los dos jadeantes culminaron con besos y más caricias. EunWoo sonrió maravillado y Jimin le devolvió la sonrisa sin pensar en nada más que ellos dos en ese lugar en ese momento.
Pasaron la noche en la cama de Jimin dejándose llevar por la pasión que ambos compartían, hicieron el amor de todas las formas posibles y el corazón de Jimin se sentía completo y desencajado. EunWoo sin dudas despertaba en él el deseo mas sincero y caliente que podía sentir.

La mañana lo golpeó con la luz colándose por la ventana. Bufó aturdido y se sentó en la cama. Miró a su lado, un sexy y tierno EunWoo dormía profundamente con sus brazos rodeandolo. Muy al contrario de lo que hubiese imaginado, no se sintió mal al verlo. Pensó que después de todo su vida iba a ser un desastre igual por más que no se acostara con EunWoo. Además había decidido que para elegir correctamente iba a probar lo que tuviera que probar, y luego elegiría con conciencia y seguridad. Era una pequeña excusa pero quién podía culparlo.
Estaba decidido a hablar con Hoseok, explicarle lo que estaba pasando y si el otro lo dejaba él lo entendería aunque se sintiera mal y fuera doloroso.
Debía quitar de una vez por todas el drama a su vida y comenzaría ese mismo día.


Llegó a la empresa, su asistente lo esperaba con una gran sonrisa, una taza de café y su agenda lista para trabajar.

-Buen día pequeño- saludó y se acomodó en su silla.

-Buenos días señor Jimin, ¿quiere que le pase los compromisos del día?-

-Claro, dime que tortura me espera hoy- comentó sonriendo mientras prendía su computadora.

-Bien, tiene una reunión a las nueve de la mañana con los inversores de Seúl, luego un almuerzo con el señor Min padre, necesita hablar con usted urgente, así me dijo que lo agendara. Por la tarde hay audición en el salón A, y necesitan que usted se ocupe ya que son bailarines.

-Ok, comunicame con el señor Min padre y déjame solo- informó dándole un sorbo a su café y leyendo los últimos documentos que tenía sobre su escritorio.

-¡Buen día Jimin!- la imponente presencia de Yoongi llenó el lugar.

Jimin lo miró, se acomodó los anteojos sobre su nariz y saludó
-¡Buen día Yoongi!-

-Tenemos un almuerzo hoy, parece que los japoneses están deseosos de firmar contrato con nosotros. Así que si todo sale bien ya no tendremos que viajar a Japón.

Jimin sintió algo de desilusión, no podía negar que salir de viaje con Yoongi lo había hecho pensar en cientos de posibilidades.

-Creí que almorzaría con tu padre-

-Oh, no lo sabía. Pero él está al tanto de este almuerzo, me parece que hubo una equivocación.

-Hablaré con él-

-Te ves algo preocupado, ¿pasa algo?- indagó mirándolo con sus intensos ojos negros.

-¿En serio vamos a tener este trato Min?, ¿tu y yo amigos? Vamos no es necesario, después de todo no nos debemos nada, ayer hablamos de lo que había que hablar y todo quedó saldado. No es necesario que juegues a ser mi amigo- habló con algo de rencor en su tono.

-No estoy jugando a nada Jimin, solo me parece bien que intentemos tener un buen trato, después de todo somos socios y trabajaremos juntos mucho tiempo, ¿no te parece?

-La  verdad, no me parece, mientras mantengamos una relación profesional es suficiente- espetó

-No seas tan duro conmigo, solo quiero estar en paz.

Jimin resopló y lanzó una pequeña risa
-Mira quién habla- escupió

Yoongi arqueo una ceja y siguió sus movimientos mientras el otro se levantaba para quitarse el saco de su traje, se arremangó las mangas y se volvió a sentar.

Yoongi estaba maravillado el cuerpo de Jimin era una delicia visual y podía imaginarse lamiendo y chupando cada parte de él.

-¿Pasa algo?, estás mirándome como si fuese un plato de comida- exclamó algo aturdido.

-No pasa nada, disculpa no quiero incomodarte- resopló

-Ahí está el problema Min, tu no me incomodas, ya no- dijo burlón y llevó sus ojos a su computadora.

Yoongi se sentía frustrado, conquistar a Jimin sería mucho más difícil de lo que pensó pero no se daría por vencido.

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