Habíamos llegado sin contratiempo a Grecia, Ray, Manu, Isa, Brunito y yo, estábamos cansados y sólo queríamos nuestro penthouse. El Hotel era uno de los más lujoso y hermosos de Grecia. Hotel Katikies Kirini Santori, estaba ubicado en Oía, con una vista maravillosa a la Caldera ya que estaba construida en esta mítica Caldera Santori, teníamos todo a mano y además una vista hermosa de sus atardeceres, mientras caminábamos para llegar a la Suite, me llamaba la atención cada detalle de este hotel, pero también venía muy pensativa, cuando habíamos llegado a la recepción un aroma muy especial me hizo mirar hacia mi lado derecho. Ahí encontré a un hombre que oscilaba entre 35 a 45 años, alto, ojos muy intensos, una barba muy bien cuidada, pelo corto oscuro, pero no tan negro, su entorno y todo el era muy peculiar, estaba muy bien formado, brazos fuertes y un look casual, le había llamado la atención mi hija Isabel, quizás porque sus rasgos eran completamente diferente a los otros, además era una locura andar con tres niños, un bebé, maletas, los llantos de Manuela por la pérdida de su muñeca FIFI, Bruno que estaba incómodo porque había que cambiar su pañal y Ray, Raimundo era un niño muy observador y estaba incómodo que con este hombre que estaba a mi lado y que de Isabel pasó a tener una mirada fija en mi.
Cuando ya pudimos instalarnos, ordenar con los niños sus habitaciones, habíamos pedido nuestra cena a la habitación, mientras ellos comían, me lleve a Bruno a la terraza, quería amantarlo y pensar si este viaje había sido lo mejor, aún recordaba las palabras de mi Hermana mayor...Leila : ¡Estás loca! Vas a viajar sola al otro lado del mundo con un bebé en tus brazos y 3 hijos más... Demet, niña sé prudente.
Ivonne: Leila, no seas ridícula, DEMET ha demostrado que está en un estado mental y físico mejor que el tuyo, a un año de la muerte de Francisco, mírala, que necesita esta mujer... Salir de aquí, del agobio de nuestros padres, de los recuerdos y del mundo empresarial que no le da paz a nadie de esta familia, todo gira entorno de la empresa, de las acciones y las reuniones.
Leila: lo que a ti no te da paz, es lo que te mantiene en el nivel de vida que llevas.
Mis hermanas eran muy especial, Leila 3 años mayor que yo, tenía 42años casada con un político muy respetado en Osorno, tenía 3 niños (Agustín 18 años, Sebastián 15 años y Jorge 12 años) Era ingeniero en administración y trabajaba con mi padre en la administración del negocio familiar.
Ivonne, era mi hermana menor teníamos 3 años de diferencia, tenía 2 hijos (Simón de 10 años y Catalina de 6 años y estaba separada hace 4 años, se había casado con el amor de su vida, pero cuando ella comenzó a trabajar su negocio su esposo simplemente busco otra mujer, ella hizo un maestría en Cocina internacional y mi padre le había regalado un restorante en Santiago, Ivonne era diferente a Leila, era más abierta a la vida y las situaciones apresuradas. Siempre me apoyaba y había vivido todo mi año de luto conmigo, porque sentía que la vida era injusta frente a tanta felicidad, decía que mi matrimonio con Francisco era de esos que solo las películas de Disney muestran, tenía una forma particular de ver la vida y disfrutaba del amor sin compromisos a 4 años de su separación, no se divorciaba, porque decía que Andrés, su ex, tenía que pagar sus caprichos por haberla engañado.
Estaba en ese recuerdo cuando siento...
Isabel: Mami, Mami, tengo sueño...
OK, contesté, me levanté de la tumbona y entre, Ray ya estaba en su habitación hablando con sus amigos Chilenos, Manuela iba con Pepa la muñeca hermana de FIFI a la tumbona, mientras pasaba por mi lado le pregunto, hija no tienes sueño.
Manuela: No, iré a la terraza Mami, tengo mucha pena.
Le pido antes de ir a la terraza que pase a ver a Bruno a mi habitación y apague la luz principal, que solo deje la luz del pasillo.
Entramos a la habitación de Isabel, la baño y luego la acuesto, antes de darle su beso, me dice que sabe que este viaje será especial y que me ama mucho, luego me acuesto a su lado y la hago dormir.
Debo haberme quedado dormida, porque aun seguia en la cama de Isabel, me levanto y recuerdo que Manú estaba en la terraza, me dirigo hacia ella, pero ella no está, sin embargo, escuchaba una pequeña voz muy cerca de la terraza. A medida que caminaba me daba cuenta que la terraza tenía la forma de una U y al llegar a la esquina escucho:
Manuela : la perdí en el avión, no sé, parece que se quedó en mi asiento, la verdad estoy muy triste, porque era una muñeca que me había regalado mi papá, ahora ya no tengo Papá y tampoco tengo a FIFI
Voz masculina: ¿Que edad tiene, con quién andas Manuela, de dónde eres?
Manuela :Mami dice que no debo hablar con extraños, Mami se quedó dormida con Isabel y si despierta y no me ve me va a regañar...Voz masculina:Entonces perdiste a FIFI, es una pena, pero aún te queda su hermana...
Mientras caminaba sentía ese leve aroma de aquel hombre que estaba en la recepción, cuando doblo me doy cuenta que era él. Me detuve y preste atención, hacia mucho tiempo que no veía a Manuela tan cómodamente hablando con alguien, ella le había mostrado su muñeca y este hombre que tenía unas manos hermosas, había tomado la muñeca y la movía haciendo reír a mi hija, a mi pequeña manuela, quien tanto había resentido la muerte de su padre.
Fue ahí cuando decido interrumpir, no era adecuado que mi hija hablara con extraños, aunque, este extraño debía ser alguien importante, porque podía perfectamente pagar para estar aquí, no era correcto, también, logré notar que tenía un acento distinto.
Manu, que haces aquí, te llamé pero no contestaste dije.Manuela: Mami, Mami, mira el es Can, es mi nuevo amigo, ven...
Me acerqué y una vez que estaba allí, este hombre que parecía un artista de cine, me dice... Hola Soy Can Yaman y me da la mano... La cual yo tomo saludando y digo Soy Demet, Demet Özdemir y ella es Manuela mi hija...
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Muchas gracias por todos sus comentarios... Espero que les haya gustado este nuevo capítulo.
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Amor, Destino y mucho mas...
RomanceNo podía creer lo que escuchaban mis oídos, habíamos estado en la mañana juntos felices con la noticia de la llegada de nuestro cuarto hijo, Francisco estaba feliz, sus ojos mostraban la misma expresión cuando escucho de mi boca que seriamos padres...