VI

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La mañana era fría, no un frío desagradable, más bien un frío cómodo, aquel con el cual solo quieres abrazar a tu pareja y dormir unos cuantos minutos más.

Con una sonrisa somnolienta Hoseok se giró dispuesto a abrazar a su esposo, sin embargo el frío de la otra mitad de la cama lo levantó. Giró su rostro hacia el reloj de la mesita de noche, el cual marcaba las seis con treinta y tres de la mañana, nisiquiera había sol fuera de la habitación.

Hoseok tenía un mal presentimiento cuando distinguió el olor de la comida, su esposo no solía levantarse tan temprano, usualmente la cafetería se abría quince minutos antes de las diez de la mañana, solo había una razón para que se levantara tan temprano a cocinar.

Cuando Yoongi se sentía triste o enojado solía cocinar sin parar.

Se levantó rápidamente de la cama y sin molestarse a colocarse una camisa caminó directamente a la cosina, no le sorprendió ver a su esposo de espaldas batiendo una mezcla para preparar un pastel, había moldes usados y harina por todos lados. Yoongi solía ser muy ordenado con sus utensilios, esta vez había demasiado desorden.

Algo definitivamente no andaba bien.

Cuando Yoongi sintió unos brazos rodearlo desde atrás y unos labios darle pequeño beso en su cuello, una pequeña ola de calidez abundó en su cuerpo.

— ¿Que pasa? — preguntó su esposo con voz ronca, como todas las mañanas.

Yoongi sintió una punzada en su corazón cuando notó la intención detrás de la pregunta, suspirando giró su rostro para ver a su alrededor y darse cuenta del desastre que estaba causando en su adorada cosina.

El era alguien muy fácil de leer.

— ¿Notaste el desastre en la cosina no es así? — sonrió levemente.

— No, pero te conozco más de lo que me conozco a mi. — Hoseok lo hizo darse la vuelta para poder verle el rostro.

Cuando tuvo la intención de volver a hablar, Yoongi se adelantó.

— Tu madre llamó... — un silencio tenso se instaló dentro de el lugar. — ella quería saber cuando la irías a visitar.

El alto sonrió a medias.

— Iremos en cuanto tengamos tiempo libre. — respondió simple y algo en la mirada de Yoongi tembló.

— Ella especificó que quiere que vayas únicamente tú. — dijo en voz baja mientras su mirada la instaló en sus manos, sus dedos jugando con nerviosismo.

Ahora entendía todo.

— Más tarde hablaré con ella para decirle que mientras no cambie su actitud yo no asistiré a su casa.

El moreno caminó hacia la cafetera para proceder a servirse en su taza, necesitaba cafeína, que manera de comenzar su lunes, no sólo su madre había arruinado su mañana, si no que había echo sentir mal a su esposo lo cual era mucho peor. 

— Hoseok. — el pálido se acercó y tomó entre sus manos el rostro del moreno. — ellos son tu familia...

— No. Tú eres mi familia. — corrigió. — si no te aceptan, entonces no son nada mío.

Yoongi lo miró con desaprobación. — Ella de verdad quiere verte, no te ah visto en tres años, nisiquiera los llamaste en navidad.

— En la última navidad a la que asistimos mi madre te tiró el vino encima, justo en el rostro, frente a toda esa gente importante. — le recordó y Yoongi bajó el rostro nuevamente.

Colibrí |Vminv|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora