•.¸♡ ᶫᵒᵛᵉᵧₒᵤ ♡ [Rebornplay]

Hitman's.

Raúl Álvarez y Jack Conway, son los sicarios más reconocidos de la ciudad, tanto así que las personas contratan a ambos para ver cuál de los dos acaba con la víctima primero.

Ambos son perfectos en aniquilar a cualquier persona, ambos son perfectos en armas blancas y armas largas, ambos son perfectos en degollar a quiénes se lo pidan.

Ambos son perfectos en ser unos auténticos asesinos psicópatas.

Raúl alías Auron despertaba con un severo dolor de cabeza, a su lado, Reborn dormía y refunfuñaba por sus propios sueños, el menor soltó una risa nasal y le dió un beso en su mejilla, se levantó de su cama y se fue a hacer un desayuno para dos.

Su día había empezado.

- ¿Sabe como luce el sujeto? - hablaba indiferente, mientras esperaba la respuesta del cliente al otro lado de la pared.

- Sí, es alto, castaño, tiene ojos de color azul y siempre usa una pulsera roja.

- Bien, deja el dinero en el tacho de basura y te largas.

- ¿Cómo sabré si hiciste tu trabajo o no? - Preguntó con desconfianza.

- ¿Quieres que te lleve una maleta a tu casa? - Respondió ya irritado.

- ¡Joder no! Dios. - El azabache escuchó como el cliente abría la tapa de un tacho de basura y luego cerrarla para luego escuchar pasos alejarse.

Salió de su escondite y se dirigió al basurero, abrió la tapa, sonrió divertido, tomó el sobre y se lo guardó en su chaqueta, se fue del lugar mientras tarareaba una canción.

- ¡NO POR FAVOR!, TENGO 2 HIJAS, TEN MISERICORDIA. - Alterada se arrastraba una pelinegra, asustada veía como aquél sujeto alto se acercaba lentamente con un bate, lágrimas desesperadas salían de sus ojos.

- Trabajo es trabajo. - Alzó el bate y lo estrelló en la cabeza de la chica, y lo hizo otra vez, y otra, y otra, y otra, y otra, y se cansó, se sacó el poco sudor que tenía de su frente con su antebrazo, veía la sangre hacerse un charco y el cráneo partido de la chica, podía ver venas, arterias y como se hacían coágulos para luego deshacerse, ¿Por qué sus clientes le piden cosas tan macabras? ¿Acaso saben cuánto cuesta quitar la sangre de la ropa? Bufó.

Alzó la mirada, buscando hacía todos los lugares algo filoso, ¿Un cuchillo? Nah, demoraría mil años en cortar ese dedo, se dirigió hacía el patio trasero encontrándose con instrumentaria de jardinería y encontró unas enormes tijeras filosas que servían para cortar ramas de árboles, los tomó con cuidado y volvió hacia donde estaba el cuerpo, el olor a sangre ya le empezaba a irritar, tomó sin delicadeza la muñeca inerte de la mujer y con fuerza cortó el dedo anular dónde se podía apreciar un bello anillo, dejó caer el brazo para tomar el dedo y meterlo en una bolsa negra.

Reborn salía de aquel hogar como si nada, cambiado de ropa a una deportiva, eso explicaría el por qué lleva un bolso tan grande, se dirigió a un callejón en dónde había estado su cliente, debajo de una bolsa de basura encontró el dinero, lo tomó y dejó la pequeña bolsa debajo de la bolsa de basura, y se marchó del lugar.

Auron seguía tarareando aquella canción, para tener un leve dolor de cabeza, estaba de buen humor, limpió la sangre que salpicó de su cara, aquél hombre de ojos azules intentaba gritar en pánico pero no podía, ya que, lamentablemente su lengua estaba en el suelo a 2 metros de él, al igual que sus dientes, Auron los sacaba uno por uno, las muelas le costaron más, el señor se retorcía en dolor, Auron lo miraba sonriendo.

- ¿Sabes? Hoy estaba pensando en que cenar, tal vez haría una tortilla de patatas, o unos macarrones. - Acercaba el alicate hacía la boca del sujeto que seguía retorciendose. - Bueno, yo no los haría, la cocina no se me da muy bien. - Rió avergonzado. - Pero mi novio cocina de puta madre, te hubiera gustado probar las lasañas que hace. - Sonrió, para luego sacar con fuerza la herramienta con una muela en él, era el último, dejó el alicate hacia un lado y tomó una pequeña navaja lo inclinó en la yugular del señor e hizo un fino, pero profundo corte horizontal, veía como la sangre caía de a poco y los ojos cielo de ese señor se abrían de pánico y dolor, Auron sólo se levantó de su asiento, se sacó sus guantes cuidadosamente y los envolvió en un paño, salió de aquél edificio dejando a aquel hombre agonizar del dolor hasta su muerte.

Auron miró la hora.

8:45 PM.

- Uy que tarde es, ya debería estar en casa. - el menor apresuró el paso para llegar a su apartamento con su amado.

Al llegar a su edificio, fue hacía el ascensor, escuchó como alguien entraba junto a él y tocó el botón de su respectivo piso, Auron curioso al saber quién entró junto a él volteó su vista y era nadie más y nadie menos que su mismísimo novio, suponía que por el cansancio del trabajo no se dieron el tiempo de ver quien estaba a su lado, Auron entrelazó la mano del mayor sorprendiendolo pero éste al ver a su pequeño sonrió y depositó un pequeño beso en su frente, el menor se colocó de puntillas para besar su mejilla.

Se abrieron las puertas del ascensor y fueron caminando de la mano hacía su pequeño pero acojedor piso, abrieron la puerta cerrandola con llave, fueron hacía su habitación, se sacaron los zapatos y se acostaron abrazandose el uno al otro.

- Hueles a sangre. - murmuró Auron acurrucado en el pecho del mayor.

- No jodas, tu también. - rió bajito Reborn para volver a darle un beso en su frente y otro en su boca disfrutando de su sabor.

Y así fue como ambos cayeron en brazos de Morfeo y quedaron profundamente dormidos, no cenaron tortilla como Auron pensó pero tal vez mañana sí.

Talking heads - Psycho killer

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Mis gustos en música son muy variados JAKAJJA.