Harry Potter está jodido.
Con una inclinación por el whisky de fuego y las fiestas nocturnas, no tenía idea de que encontraría a un hombre guapo en su cama a la mañana siguiente, cuando se despertara; ya tarde para su primer día en el Hospital San M...
El interior de su pecho se sentía cóncavo y vacío. Sentía que si metiera la mano en el pecho y sacara su corazón, no sentiría nada. Faltaban piezas de él. La puerta se abrió con un crujido y no necesitó mirar hacia arriba para ver que era Hermione. La oyó entrar sigilosamente, de puntillas, colocando algo en la mesita de noche, antes de deslizarse sobre la cama. Ella se acostó de espaldas a su lado, mirando hacia el techo.
"Juguemos un juego" dijo Hermione.
Harry resopló. "¿De quién es la peor vida?" preguntó.
Hermione tarareó. "Oh, no quieres jugar a ese juego conmigo. Ganaré."
"Apuesto a que no lo harás" dijo Harry en voz baja. "Tom está comprometido con una mujer llamada 'Bellatrix Black'. Revisé el árbol genealógico de abajo. Ella es la prima de mi padrino. Yo gano."
Hermione dejó escapar un largo suspiro, como si le hubieran quitado el aire. Ella giró la cabeza para mirarlo, pero Harry no se movió. Solo miraba al techo, porque si la miraba, se echaría a llorar y no creía que pudiera llorar. No había llorado.
"No ganaste" murmuró Hermione.
Harry se burló. "¿No me escuchaste? Mi novio es un mentiroso, adúltero, pedazo de mierda que voy a arrojar directamente al infierno la próxima vez que lo vea ".
"Estoy embarazada."
Harry giró lentamente la cabeza para mirarla. Trató de sonreír ante su broma, y luego vio la expresión sombría de su boca.
"Mierda" dijo en voz baja. Lentamente, miró hacia el techo.
"Mierda" ella estuvo de acuerdo. Hubo un largo momento de silencio. "Entonces, parece que ambos estamos teniendo días de mierda."
"Estoy de acuerdo" murmuró Harry. Hubo un largo momento de silencio. "¿Quien ganó?"
"Vamos a llamarlo un empate" sugirió Hermione.
Harry tarareó de acuerdo.
"Es tan hermosa" susurró Harry, con la voz quebrada. "Tan hermosa. Y ... podía ver por qué él querría casarse con ella. Se verían hermosos juntos".
"Eres hermoso" insistió Hermione. Se sentó y sacó un frasco de la mesa de noche. La abrió con cuidado y se untó algo brillante en los dedos antes de comenzar a pasárselo por el pelo. Ella comenzó a retorcerse el cabello.
"No como ella" murmuró Harry.
"Él no importa. Ella no importa. Tú importas." susurró Hermione. "Te quiero."
Y Harry finalmente dejó escapar un terrible sollozo. "Yo también te quiero. Pero ... quería que él también me quisiese".
Enterró su rostro en el regazo de Hermione y tembló, gritando de rabia y dolor, y Hermione se retorció el cabello.
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