CAPÍTULO 5 | CONFUSIONES |

7.2K 519 298
                                    


¡Despegate! — pensó Tom.


¿Qué hacía mirando como idiota a la chica que odia? ¿Quien lo entiende? La verdad es que no sabía que alguien estaría esperando la ducha o sino hubiese salido vestido. Verte ahí sentada hizo que se le erizara la piel. Jamás había visto una chica ser tan linda al despertar.

— ¡Tom! — escuchó desde afuera de su habitación, alguien golpeaba — soy Liz ¿puedo pasar?

— espera — dijo tomando una remera y poniendosela rápidamente — ahora si — abrió la puerta.

Ella entró como Pancho por su casa y se sentó en su cama.

— necesito hablar contigo — dijo suspirando.

— ¿sobre que? — preguntó confundido.

— sobre mi, de ti — confesó nerviosa.

Se sentó a su lado. Liz sin duda llamaba la atención con su lindo físico y por ser la hija de la dueña. Siempre anda vestida como una Barbie, de rosa o colores como esos.

Ella sabía que es hermosa y no tenía miedo al decirlo, pero hay algo que no le gustaba a Tom. A veces su personalidad era odiosa y envidiosa, le gustaba molestar y quería que todo se haga a su manera.

Además, ella no tenía esa sonrisa que hace que tu estómago se contraiga y se llene de felicidad, ni tampoco esa mirada que te hace ser el chico más débil. Y él creía que eso era lo esencial.

— pues... habla — la miró tratando de parecer tranquilo.

— es que bueno, la verdad es que...desde hace mucho quería decírtelo, pero no me atrevía y ahora... ya no aguanto mas — dijo mirándolo a los ojos — me gustas, y mucho.

Tom parpadeó un par de veces para asimilar la situación. A decir verdad solo la consideraba una amiga...o incluso menos.

o incluso menos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Liz, yo... no...

— ¡tranquilo! — dijo aliviada y abrazandome fuerte — sé que también te gusto

Definitivamente ahora ya no estaba tranquilo, quería sacarlea de arriba suyo y gritarle "¡que pasa contigo!".

Ella se separó un poco y lo miró con preocupación.

— ¿te pasa algo? — preguntó deprimida.

— la verdad si, lo que pasa es-

— ¡ay soy una tonta! — dijo lamentándose.

¿Qué demonios le pasa a esta chica?

— no, no eres una tonta pero déjame explicarte — dijo mirándola irritado porque no lo dejaba hablar.

Ganar perdiendo | Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora