기적적 우연/7(𝘊𝘰𝘦𝘯𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘮𝘪𝘭𝘢𝘨𝘳𝘰𝘴𝘢 )

89 7 0
                                    

24 de septiembre

Busan Corea

3:00

Píp...pip...pip...pip

El molesto sonido de una alarma resonaba estorbando la profundidad de mi sueño haciéndome volver en conciencia.

~Ahhh solo unos minutos más.

Me remuevo hasta que siento un que no estoy en mi cama si no encima de una superficie muchas más incómoda.

~ Mierda, me quedé dormida.

Me despierto aturdida, las luces estaban apagadas, pero aún se veía algo, fijo mi vista en el objeto alarmante gracias al que me desperté, un reloj marcaba las 7:10 diez minutos después de que terminara el castigo. ~ No es mío.

Recogí rápidamente mi cartera, la colgué y salí de allí lo más rápido posible, el sonido de mis pasos era lo único que resonaba y hacia eco por los pasillos.

~ Que miedo. Había un ambiente escalofriante, estaba oscuro y todo en silenció juraría que estaba en una película de miedo, solo espero que no me hallan encerrado.

También espero acordarme dónde está la salida, odio que este colegió sea tan gigante, gracias a mi prodigiosa memoria sí, le señale al conserje que estaba por cerrar la puerta.

~ Ufff!!! -por poco y me quedo a dormir.

Al salir una ráfaga de frío me abofeteó, haciendo que mi cuerpo se estremeciera por la diferencia de temperatura, hacía bastante viento pero aguantable, ni me moleste en buscar a mi padre o al nuevo chófer que contrató porqué sabía que no iban a estar, es imposible que se quedarán esperando por cuatro horas, hice el intento de llamar pero nada, varios pitidos los que se escuchaban después de avisar que no había nadie a la otra línea.

A sí que me encamine hacia no lo sé, Seúl es una ciudad muy grande y hermosa porcierto pero yo era nueva y no me sabía el camino, bueno la dirección si, por lo que se me ocurrió ir preguntando a la gente por la calle.

Y así hice, primero pregunté a un hombre de mediana edad que no la conoció pero la segunda persona si la reconoció, era una mujer un poco mayor de edad ella dijo que en esa casa, bueno mansión a la que nos mudamos, vivía una amiga suya que se mudó a otra ciudad.

Mire la hora en mi celular marcaba las ocho y media, las calles de Seúl empezaron a vaciarse el tráfico en las carreteras se dejó de escuchar cuando me adentré en el área rural, los barrios eran más pequeñas y cortas me resultaban más familiares pero ahora lo que me encontraba era con dueños de los pequeños locales y barres cerrar sus lugares de trabajo, para descansar.

Calle chusson oscura sin farolas y con escaleras, a mi corazón lo inundó un profundo sentimiento de alivio, al encontrar la última calle por la que debía de pasar para llegar a mi destino finalmente.

La poca luz que se apreciaba y que desprendía gracias a las demás calles vecinas, me ayudaba a apreciar las siluetas que se encontraba e los últimos escalones

Si fuera por mí buscaría otro camino por el que pasar ya que no me gusta juzgar a la gente pero, miento si digo que no me daban miedo, pero a pesar de tener que seguir las indicaciones de la amable mujer al pie de la letra para no perderme, la llegada a las escaleras indican que ya estaba cerca, me sentía demasiado cansada por dar la vuelta a la manzana, eran los barrios bajos de la ciudad por lo tanto es muy fácil perderse y yo solo quería llegar a casa de una vez por todas y descansar mis pies llevaba andando por una hora y media.

Así que no me importó y solo baje, a medida que lo estaba haciendo y me acercaba cada vez más me fije en que esas siluetas eran casi de la misma edad  que yo y también llevaban el mismo uniforme.

La poca luz, no me ayudaba por completo, apenas podía bajar sujetando la barandilla con el miedo de comerme algún escalón, pero el fuerte sonido de una carcajada ronca hizo temirme lo peor, la repentina cercanía que desearía evitar más que cualquier cosa en este momento, me ayudó a ver qué estaba fumando, él y otros de sus compañeros mientras se pasaban un balón y reían de seguramente cualquier idiotez.

Desearía por lo que más quiero en este mundo que mi presencia pasase en desapercibido frente a la persona que casi dejo sin descendencia está mañana, pero mis súplicas fueron en vano en cuanto apenas me acerco lo suficiente como para ser visible, todas las miradas se posaron en mí, yo en cambio solo me concentré en contar los escalones que me faltaban para salir de ese apuro.

~cinco, cuatro, tres, dos, u..

X-A donde te crees que vas hermosa.- Un pie que se interpuso en mi camino y se situó en cima de la barandilla impidiéndome el paso por completo, me hizo detenerme en seco y fijar mi vista en quien es el responsable.

- Que crees que estás haciendo?? Dejame pasar- Reclame con todo el enojo que contenía, vi que algunos de ellos se pusieron detrás de mí impidiéndome toda idea de volver por donde vine.

xxx- ¡Uhhhh!- Fingieron miedo al unisono.

- Será mejor que la dejes pasar Kai, parece muy decidida- Habló sarcástico uno de sus amigos con una sonrisa y tono burlón, sabía que lo decía de broma pero lo dude cuando en efectivo el tal Kai bajó su pie, mientras ponía sus manos en los bolsillos fingiendo desprevención.

En cuanto lo hizo, lo mire y entrecerré los ojos intentando averiguar si tramaba algo.

- ¿Que, has cambiado de opinión linda?- Pregunto vacilante, solo desvíe la mirada y terminé mi camino o al menos hice el intento, porque en el momento que dí el último paso que me faltaba para salir de aquel infierno, un malito pie se interpuso entre mi y el suelo haciéndome tropezar y deslizarme por el piso.
Mi celular también se calló, agradecí a mis manos las cuales se llevaron todo el daño y sentía como me ardían, me sople uno de los mechones de mi flequillo que se había descolocado, mientras aun oía sus risas me incorpore un poco, aún seguía en el frío suelo cuando el chico de piel más oscura que los demás se acercó a mí y prendiendo un cigarro se acomodó a mi altura que aún seguía en el suelo.

- Creíste que me iba a olvidar preciosa?- Yo solo retrocedí todavía en el suelo, mientras esté se acercaba demasiado

- Ahora sí te voy a enseñar quién soy para que no se vuelva a repetir lo de esta mañana- Susurró en mi oído mientras ponía un mechón de pelo detrás de mí oreja, en ese momento lo único que sentía era miedo, por la manera en la que hablaba y esa sonrisa, parecía un completo
psicópata, no sé que es capaz de hacer.
De repente su tacto que antes era suave se endureció mientras agarraba atrás de mi unos cuantos pelos, obligándome a cerrar los ojos por el jalón y el miedo a la vez.

......

Hola espero que les valla gustando la historia, y también espero que la vallan entendiendo poco a poco, pueden hacer sus teorías si quieren y botar si les agrada
Buenas noches 😪

 Jᴜᴇɢᴏ Dᴇʟ Dʀᴀɢᴏ́ɴ Cʜɪɴᴏ ☯︎. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora