Alex
Ya habíamos llegado a la empresa, el viaje se hizo más largo que de costumbre y me sentía algo mal por la noche anterior, había salido con mis amigos de fiesta y se suponía que solo tomaríamos unos tragos y regresaría cada uno a su casa en paz y no ebrio.
Pero supongo que estas cosas siempre se salen de control con ellos. Simplemente nos fuimos a un bar, comenzamos a tomar tequila y luego de un rato mis amigos querían pasar por un club nocturno.
-Vamos Alex, no seas aguafiestas solamente pasaremos un rato y nos iremos, te aseguro que no te arrepentirás. Ya he ido a ese club antes y hay unas nenas que están para chuparse los dedos.- mordió su labio inferior de manera lasciva-
-Prometí no llegar tarde de nuevo, ya conoces al idiota de mi padre, cree que es el dueño de mi vida y estoy seguro de que no se lo tomará a la ligera- la verdad es que sí quería ver tetas y culos pero no podía romper mi promesa, no otra vez.-
-¡Vamos! solo serán un par de horas, se te nota en la cara que te hace falta una buena dósis de chicas sexys-
-Está bien, ganaron, pero solamente serán un par de horas y me regresan a casa, ya saben la mierdita de padre que me gasto-.
Decidimos salir del bar y tomar un taxi que nos llevara al club que tanto anhelaban visitar mis amigos ninfómanos, entramos con facilidad, tomamos una mesa que estaba cerca del escenario donde las putitas bailaban
Pasó un buen rato entre tragos y bailes, ya me estaba aburriendo el hecho de estar en este lugar, realmente no había nada que no hubiera visto antes.
Hasta que de repente, la vi; era simplemente hermosa, honestamente no entendía que hacía aquella mujer en un sitio tan asqueroso como este. Ella no lucía para nada como las otras, tenía un rostro que desbordaba inocencia pero al mismo tiempo el hecho de que llevara tan poca ropa me estaba volviendo loco ¿Cómo era posible que se viera como un ángel y como un demonio al mismo tiempo?
Estaba seguro de que no había visto a nadie igual antes, a mí corta edad ya había salido con varias chicas pero ninguna me dio la sensación que me dio ésta solo al verla por primera vez.
-¡¡¡¡Alex!!!! - el tonto de Sam me estaba llamando- me retorcí en mi asiento, saliendo de mi ensoñación.
-Desde que salió esa tipa no le has quitado la mirada de encima-.
-¿Acaso no te das cuenta de lo hermosa que es?
-Me lanzó una mirada divertida- No lo sé, para mí tiene cara de ser una niña de papi, sabes que me gustan las chicas malas, no las que tienen cara de que no rompen un plato, jajaja. Pero adelante, ve a hablarle, disfruta la noche-.
-No estoy seguro Sam, no quiero hacerla sentir incómoda- Dije con un gesto de desanimo en mi rostro-.
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, ¡a veces pienso que eres tan ridículo! Mira a tu alrededor Alex, estamos en un puto antro, este sitio es precisamente para hacer ligues de una noche-.
-Tienes razón, es solo que me gustaría haberla visto en otro lugar, aún así, eso no quita mis ganas de querer conocerla-. Tomé un shot para armarme de valor y me acerqué a la mesa donde ahora estaba sentada-.
-Hola, es un placer conocerte.-dije esto algo nervioso
-Hola guapo, ¿Cómo te llamas?- esbozó una hermosa sonrisa
-Me llamo Alex y tengo una pegunta para ti
-Adelante lindo, puedes preguntar lo que sea
-¿Qué haces en un lugar como éste? Eres demasiado hermosa como para bailar en este club de mala muerte.
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¿Crees que puedas llegar a amarme?
Teen FictionAlex se siente perdido, su infancia fue muy difícil y ésto le ha dejado ciertos traumas psicológicos, a pesar de su corta edad ha experimentado más cosas que las que cualquier joven de su edad. Scarlett es ese ángel caído que Alex necesita en su vid...