Capítulo 24

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Aquel domingo por la tarde, Dee estaba sentada en el jardín que habia decorado para la ocasión, era apenas principios de diciembre y menos de seis meses ambas cumplirían un año casadas, pero la jóven no sentia que fuera así.

Suspiró mirando su reloj, su esposa estaba retrasada. Rosie le habia prometido que vendria antes de las tres y ya eran las cinco.

Molesta se puso de pie caminando hasta la casa, la comida se habia enfriado y a ella se le habia ido el apetito. Subió hasta su habitación y se lanzó a la cama triste, no era la primera vez que Rosé llegaba tarde aquella semana y eso le dolía puesto que la rubia se marchaba temprano y llegaba tarde, después de la cena.

Cerro sus ojos dejandose llevar por el cansancio, cayendo en un sueño placentero y apacible intentando ignorar las ganas que tenia de llorar. ¿Su esposa se habia cansado de ella? Apenas habia pasado tres semanas desde lo de su hermana y la menor suponía que era la razón de que la mayor la dejara por tanto tiempo.

Rosé: Chicas ¡Ya basta! - gritó la rubia mirando molesta a sus amigas - Lo están exagerando, Dee no me quiere pedir matrimonio de nuevo porque ya estamos casadas.

Jennie: Yo conozco a la perra pulgosa - dijo mirando con diversión a Rosé - Quiere pasarte las pulgas y hacerlo todo bien, ha sido mi amiga por años y me conozco sus modos.

Rosé giro los ojos. Habia decidido salir a almorzar con sus amigas después de haber ido a preparar postres con su madre y su suegra, aquella noche saldrían a cenar con ambas familias, en el caso serían solo ellos seis puesto a que su hermana estaba en la prisión, al fin y no saldria hasta en unos cinco años.

Jisoo: Bueno - se tocó el puente de su nariz - ¿No se suponía que te daría una sorpresa? Tu misma lo dijiste. Además desde que administro la fortuna de Dee la conozco y te puedo decir que cuando ella salia IU daba sorpresas por dos.

Rosé: No se que significa eso - suspiró tomando su taza de té - Pero me hacen sentir nerviosa.

Lalisa: Tu nunca sabes que significa lo simple - habló algo frustrada - Por cierto, le avisaste al menos que no llegarias a comer - dijo la ahora castaña mirando a su amiga quién parecia sorprendida porque no, no lo habia hecho - Rosé eres todo un caso.

La ahora peligris giró los ojos, se habia tomado tiempo aquella mañana de ir al salón de belleza para hacerse un cambio de imagen, mañana estaria al lado de su esposa y queria lucir mas bella de lo que estaba. Rosé miró su reloj y abrió los ojos al ver que eran casi las seis y tenia que llegar para ducharse y alistarse para ir a cenar con sus padres y sus suegros.

Rosé: Lo siento, me tengo que ir - suspiró poniendose de pie y dejando unos billetes en la mesa - Yo les compensaré otro dia, tal vez en una cena.

Jennie: Pero con Dee y Jimin, los extraño - dijo y la peligris asintió sonriendo para despedirse de todas con un beso y montarse en su auto.

No era fan de ocupar al chófer, menos ahora pues Tomás estaba mudando sus cosas de la casa de verano de sus padres a su nuevo hogar. Dee queria un lugar para ellas y su futuro hijo y estaba por terminar los trámites para vender su loft.

Al bajar del auto caminó con paso lento hasta la casa sintiendose extrañada de que todo estuviera cerrado. Suspiró rascándose la nuca y encendió las luces caminando por el primer piso. No habia rastros de la menor pero eso no le impidió llegar a la cocina a tomar una botella de agua.

Cuando alzó la mirada vio fuera su corazón latio con fuerza, pero entonces notó algo. Habia un camino de velas que ya terminaban de consumirse, pétalos esparcidos por la arena. Los candelabros de papel de seda se notaban sucios y el mantel sobre la mesa estaba mal acomodado.

Act Like You Love Me [Park Chaeyoung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora