Intento mirar hacia cualquier lado menos a sus ojos. Siento su mirada encima de mi y me alejo un paso para no inclinar tanto mi cabeza.
-Hola, Josh -le sonrío forzosamente y algo incómoda.
-Hola, Danielle -me sonríe inocente.- Que casualidad volvernos a encontrar, ¿no crees? -me pregunta sin apartar ni un segundo su mirada de mi.
-Claro, casualidad -le fulmino lentamente y me acerco a mi carro de la compra. Cuando estoy a punto de agarrar el mango, una mano me toma el codo, girándome.
-¿Cuando aceptarás una cita conmigo, Danielle? -me pregunta impaciente.
Suspiro.
-Suéltame, Josh -me suelta y pone las manos dentro de sus bolsillos delanteros, algo incómodo.- Ya te dije que no estoy interesada. No me gustan las citas y no voy a tener una contigo; quiero que quede claro de una vez -presiono, algo dura.
Llevo meses rechazándole, pero parece que él no lo entiende. No entiendo como una persona puede ser tan masoquista.
-¿Y una salida de amigos?
-No, Josh. Eso no es lo que tú quieres -suspiro de nuevo. Aparto el pelo de la cara, cansada.- Bueno, tengo muchas cosas que hacer. Ya nos veremos en la universidad -le sonrío toscamente.- Adiós, Josh -me despido con la mano, alejándome, empujando el carro.
Cuando estoy dos pasillos más allá, suspiro aliviada. Ese chico es realmente insistente.
Vuelvo a mirar la lista de compra de la señora Claire; sólo me quedan un par de cosas.
Me dirijo a otro pasillo; cojo lo necesario y voy a otra sección observando a mi alrededor. Veo la caja de mis cereales favoritos en un estante bastante elevado, así que busco una escalerilla.
Cuando la tengo, la posiciono delante del estante y me subo. Sigo sin llegar asi que me pongo de puntillas alarganzo el brazo.
Justo cuando estoy apunto de llegar, la escalera comienza a balancearse y no me da tiempo de pensar, sólo cierro los ojos esperando el impacto.
Con los ojos aún fuertemente cerrados, me doy cuenta que aún no he tocado el suelo y me encuentro intacta. Lentamente abro los ojos para darme cuenta de que alguien me ha cogido en brazos.
Supiro aliviada.
Alzo la mirada, encontrandome con unos ojos auzles zafiro los cuales me atrapan con su familiaridad desconocida para mí.
Me pone abajo lentamente y intento mantener el equilibrio.
Al estar sobre mis dos pies, me alejo un paso hacia atrás, buscando mi espacio. Cuando me siento más segura le miro, atenta a sus movimientos.
-Hola, Danielle -me sonríe.- ¿Estas bien?
-¿Cómo sabes mi nombre? - directa. Frunzo el ceño, ignorando su pregunta anterior.
Muestra una mueca divertida, tal y como lo hizo en el metro.
-¿No tendría que saberlo?
-No -frunzo el ceño, molesta. ¿Se está quedando conmigo?
-Cuando conoces a alguien, supongo que sabes su nombre -se encoje de hombros.
-Sí, pero el asunto aquí es que yo no te conozco de nada y tú me estás acosando -le acuso.
Se ríe.
-Yo no te estoy acosando, créeme -contesta divertido.- Esto, son sólo casualidades.
Frunzo el ceño.
Definitivamente se está quedando conmigo.
-Eso no contesta a mi pregunta. ¿Cómo sabes mi nombre?
-Supongo que tengo buena memoria. No te acuerdas, es comprensible -desvía la vista un momento y la regresa rápidamente a mi.- Bueno, sé que es dificil ahora mismo para ti con esa actitud defensiva... pero me gustaría empezar de cero -sonríe.- Mi nombre es James -me estiende la mano en modo de presentación.
Mis ojos se abren en exceso al tener un recuerdo fugaz.
Harry...
Cierro los ojos por un momento, moviendo un poco la cabeza.
Es imposible.
Le miro fijamente, y suspiro.
-Danielle. Aunque eso ya lo sabes... -le estrecho la mano lentamente.
-Claro -me sonríe visualmente feliz.
-¿Me vas a explicar de dónde se supone que nos conocemos? -le pregunto de nuevo, buscando al menos una respuesta clara.
-Eso ahora no importa, ya lo sabrás -me guiña un ojo divertido y mi mirada se vuelve cautelosa.- Tengo que irme, voy con un poco de prisa. Un gusto verte, Danielle -me sonríe antes de darse media vuelta y desaparecer por la esquina del pasillo.
Mi ceño se vuelve a fruncir como por quinta vez en el día.
Maldito chico.
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Seams ✡
Teen Fiction-Estoy perdida, y nadie parece encontrarme. -Yo te he encontrado -sonrisa cálida, mirada fija y pupilas llenas de comprensión no asistida. -Esperaré a que te vayas, y volveré a estar perdida. -sinceridad. Me mira de nuevo con esa mirada que tanto od...