2. Caos y desconocidos.

613 74 14
                                    

La tormenta había cesado hasta el día siguiente, todo el lugar estaba más que mojado y lleno de lodo, algunas ardillas salían fuera del árbol en el qué me encontraba solo para observar hacia afuera, desde mi sitio, pude apreciar el momento exacto cúando, a uno de esos animales que estaban tan cerca de mi, se le incrustaba una flecha con mucha rapidez justo en el estómago.

—¡Se supone que te encargarias de la barrera!—había soltado una voz masculina con enojo y determinación—¿Qué haces aquí, Daryl?

—Lo estoy haciendo a mi manera, ¿Si?—respondia otro con voz más ronca—¡Denisse está muerta por uno de esos tipos!, no planeo quedarme de brazos cruzados.

Desde mi lugar, otra vez sentada en una gruesa rama de un árbol mediano, me limité a observar a esos dos hombres que habian comenzado a charlar entre ellos en el bosque. Uno de ellos tenía cabello marrón oscuro y al expresarse movia las manos hablando con tosquedad, parecía estar muy enojado pues incluso lanzó su ballesta al suelo. Y él otro tenía el cabello un poco corto, mucho más alto y se veía más amigable que el tipo anterior.

—Mira, lo entiendo, sé qué estás tratando de encontrar al tipo que mató a Denise pero ya ni siquiera vas a la comunidad—sustentaba el primero nuevamente mientras el hombre que se llamaba Daryl soltaba otra vez una flecha cazando a más ardillas—Estamos preocupados por ti, Daryl.

—¿Ah si?—preguntaba el hombre de forma altanera—¿Tú y cuántos más, Rick Grimes?

—¿Eh?—pregunté en un susurro y con curiosidad, no era que me interesara saber su nombre, de echo, la única razón por la cuál me había detenido a escuchar su platica era porque no tenía nada más que hacer aqui—¿Ese sujeto se llama Rick?

—Carol también está muy preocupada por ti—soltó y pareció disgustarle aquella frase porque observó al tal Rick con molestia—Debemos regresar.

—No lo haré—soltó el de la ballesta negando—¿Por qué sigues aquí?

—Estoy preocupado Daryl, te lo digo en serio, tu y yo somos como hermanos—sustentaba el otro—Sé como debes sentirte.

El hombre solo cogió toscamente a una ardilla del suelo y se acercó lentamente hacia él, parecía haberle hecho caso al sujeto que le hablaba amablemente y ahora incluso había dejado de actuar de forma enojada. Ese mismo tipo no esperó ni un segundo más y se colgó las ardillas que había cazado en el hombro como si fuese algo normal.

—Rosita me comentó lo qué pasó con tu hijo anoche...—comenzó a murmurar de forma suave y preocupada colocándose la ballesta en su hombro—¿Ya apareció?—el otro hombre solo negó de forma rápida y con la misma preocupación qué el otro sujeto poseía en el rostro—He estado buscando huellas toda la noche, las únicas que encontré me trajeron hasta aqui. Sin embargo no he encontrado nada ni a nadie, ¿crees que ellos se lo hayan llevado?

Ambos adultos analizaron con rapidez observando el alrededor, se veían tan concentrados y serenos, lo cual me hizo inferir que estaban realmente preocupados por el hijo de ese sujeto llamado Rick. Yo, por mi parte, observandolos de soslayo, solté un suspiro sin tener ni la menor idea de quién era a quién estaban buscando.

Justo en ese instante, los quejidos audibles de los caminantes comenzaron a escucharse alrededor de ellos, y debido a que yo estaba oculta en un lugar bajo, tuve que sacar mi navaja solo para evitar que ningún devorador se acercara a mi. Los adultos también sacaban sus armas y comenzaban a acabar con cada uno de esos muertos con mucha velocidad, pero a juzgar por la cantidad de mordedores que había, sería imposible que ambos acabaran con la dura tarea, así que tuve que integrarme a ellos queriendo salvar mi vida también.

DEEP END [Carl.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora