《La Hermana de Izuku》<Boku No Hero Academia>

Capítulo 1: Un Día "Normal"

En el interior de una habitación, con las paredes adornadas de pósteres de animales, especialmente con contenido sobre felinos y ursidos, estaba siendo privada de las luces exteriores del sol con un par de cortinas azul marino. La habitación poseía decoraciones meramente simples. Desde muebles de madera recorriendo las paredes de la habitación, sujetando secciones de libros de biología animal terrestre, aérea y acuática, cómic de monstruos fantásticos, leyendas antiguas y más. Un simple ropero. Una mesa escritorio, de medida y tamaño ideales, pegado al costado izquierdo de la habitación complementado junto a una silla con ruedas. Al costado del escritorio había una papelera mediana, lleno hasta la mitad por papeles y estos mismos rodeaban el lugar donde deberían estar. Cubierta de pies a cabeza, por debajo de las verdes sábanas, sobre una cómoda y acolchada cama se hallaba durmiendo cierto bulto, el cual respiraba calmadamente, como si nada pasara, sin sentido del tiempo a lo que debía hacer en el día de hoy.

Tres suaves toques fueron transmitidos a través de la puerta de madera que conducía hacia el exterior de la habitación e interior del pasillo de la casa.

--- ...

Nuevamente dieron otros tres toques, algo más insistentes que los anteriores.

--- Mm...

Esta vez no hubo toques. La perilla de la puerta giró sutilmente hacia un lado y siendo empujada al mismo tiempo.

--- Neesan, ¿No deberías levantarte ya?

Neesan: Hermana mayor.

En el umbral de la puerta había un muchacho joven de pie, con pecas en sus mejillas, de cabello alborotado rizado y ojos de colores verdes. Vestía el uniforme de su escuela, una chaqueta negra con botones amarillos junto con un pantalón negro y calcetas blancas, esto último para andar en casa. De expresión amable y tímida.

Imperceptiblemente el bulto debajo de las sábanas se removió. Entonces, hablando casi en un susurro, perezoso y cansado, respondió.

--- Todavía es... ---hizo una lenta pausa, ocupandola para bostezar--- de noche.

--- Pero... ---llevó una mano a la nuca e ingresó en la habitación.

El bulto continuó.

--- Así que... ---se aferró más a las sábanas--- despiertame cuando sea de día...

Sujetando el extremo de ambas cortinas azul marino extendió los brazos en sentido contrario. Súbitamente toda la habitación fue invadida por los rayos resplandecientes del nuevo día, dejando ver con más claridad el diseño de las paredes, las cuales estaban pintadas de color blanco con bultos de burbujas de jabón acumuladas en distintos puntos de manera intercalada. El techo era completamente negro, poseyendo únicamente puntos blancos diminutos que simulaban estrellas, acompañados de una mancha menguante que destacaba más.

--- ¿Ya vez, neesan? ---ató las cortinas a los costados de la ventana, donde habían ganchos para sujetarlos--- Es de día, hoy es uno de los tres días de la semana en que vamos juntos a la escuela.

Escuchó un par de balbuceos, interpretando que eran quejas. El bulto se sentó en medio de la cama, sin quitarse las sábanas de encima.

--- ...

--- No tengo inconvenientes en ir solo ---se volvió a la puerta sin mirar el bulto--- Pero me prometiste a mí y mamá que lo harías.

--- ... ---volvió a bostezar--- ¿Y desayunaste?

--- Si ---asintió.

--- ¿Duchaste?

--- Ayer en la noche.