Capítulo 5

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_¿Podemos poner caramelo encima?-pregunto la pequeña Casiopea.

_Claro que sí-respondio Hermione y limpió una mancha de su pequeña nariz.

_Esto es muy divertido-dijo la pequeña al tiempo que metía las manos en la masa de harina-. Papá no me deja cocinar porque dice que soy muy pequeña.

Hermione se quedó algo preocupada. Quizás debería haberle preguntado a Malfoy antes de ponerse a preparar pasteles con Casi. Aunque, por otra parte él no estaba allí y ella sí.

_Le diremos lo bien que has cocinado, ¿te parece?

Casi le sonrió encantada, y a Hermione le pareció que esa recompensa valía más que cualquier problema que pudiera tener con el posteriormente.

_¿Y donde demonios se había metido Malfoy? Ella llevaba dos horas en su casa y ni rastro de él. Octavia la ama de llaves estaba cuidando a Casi cuando ella llego.

Hermione jugo con Casi, y después habían tomado el té con las muñecas preferidas de la niña. La sorprendió ver que, a excepción del cuarto de Casi, la casa estaba escasamente decorada.

En la enorme sala de estar había dos sofás delante de una chimenea inmensa. En el momento que lo vio, Hermione empezó a imaginar ese espacio bien decorado: le encantaría que la dejará en esa estancia con pintura y su imaginación. Pero lo que más le sorprendió fue la cocina. Era un espacio magnífico, lleno de posiblidades.

_¿Están hecho ya los pasteles?pregunto la pequeña.

Hermione salió de su ensoñación y miró a la pequeña.

_Ah, los pasteles. Vamos a ver. casi corrió hacia la puerta del horno apenas podía contenerse.

Sonriendo Hermione abrío la puerta del horno y el olor a pastelillo inundó la cocina.

_Estos ya estan-declaro mientras sacaba la bandeja. La siguiente bandeja ya estaba lista para entrar al horno. Hermione metió y cerró la puerta.

Casi respiró profundamente y miró a Hermione.

_¿Puedo tomar uno?

Cualquier adulto con sentido común diría:《Tienes que esperar a cenar;si comes un pastel ahora, te quitará el hombre》.

Pero ella no está dispuesta a mirar a esos ojos y decir que no.

_Claro que puedes-respondio Hermione-. No hay nada mejor en el mundo que un pastel recién salido del horno. Casi respiró profundamente y contuvo el aire mientras elegía uno. Lo probó y después sonrió.

_¡Está delicioso!

Hermione sonrió al ver la mancha de chocolate en la boca de Casi y el brillo de orgullo en sus ojos. Pobre criatura, sin madre, y con un padre que aunque sumamente dedicado, trabajaba hasta tarde.

Hermione sintió una leve punzada en el corazón, sonrió y dijo con voz queda:-Eres muy buena pastelera.

_¿De verdad puedo decirle a papá que soy una buena cocinera?

_Estoy segura que vas a dejarlo impresionado-afirmo Hermione.

_¿Podemos hacer pasteles?

Hermione río y paso una mano por la cabeza de la pequeña. Pero antes vamos a terminar antes esto, ¿de acuerdo?

_De acuerdo.

Hermione vigilo a Casi, mientras la niña seguía las instrucciones que ella le había dado, y al mismo tiempo miró por la ventana. Se estaba haciendo de noche. Ella estaba acostumbraba a mirar por la ventana y ver las farolas de la calle y los coches. Ahí en las afueras de la ciudad, la oscuridad era completa. Se acerco a la puerta trasera de la casa, que estaba en la cocina, la abrió y dejó que entrará la fresca brisa nocturna. A excepción del canto de Casiopea, el silencio era absoluto. Hasta entoces, había imaginado que un silencio tan profundo la podría nerviosa;sin embargo lo encontró traquilizante. Era un lugar lleno de paz, un lugar "casi mágico". De nuevo se preguntó dónde estaría Draco y cuanto tardaría en volver.

El HOMBRE CORRECTO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora