6- Cuida a Camila

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– Camila ha tenido de nuevo uno de sus ataques de nuevo, pero me aseguré de que no se lastimara más Sinú- Marialle suelta aquellas palabras y mi corazón se detiene. Los ataques de Camila pueden ser muy peligrosos, una vez casi intenta suicidarse, siempre le voy a agradecer a Luna por haberme llamado y decirme lo que Camila tenía planeado.

Esa fué unas de las cosas que más me preocupo. Dejarla a la deriva, sabiendo que podía lastimarse de nuevo. Y escuchar que ella se había lastimado de nuevo me rompió el corazón.

– Sólo fueron unos rasguños en el cuello, los desinfecté y peiné su cabello, ella no se ha estado sintiendo bien con ella misma y sabe que eso puede llegar a ser muy peligroso.-

Esperé a que Marialle terminara de hablar por teléfono con la señora Sinuhe y me acerqué a ella.

– Yo no debí escuchar, pero solo quería si Camila estaba bien- le dije dudando y bastante nervioso.

Ella me vió por unos segundos con el seño fruncido y dijo - Sí, sí lo está -

Un silencio incómodo llenó el ambiente

– ¿Podría verla?-

Ella asintió - la puerta está abierta, se cuidadoso, está un poco sensible - advirtió mientras su teléfono vibraba en su mano - voy en un segundo, ya sabes la mamá de Camila se preocupa mucho- dijo mientras se alejaba y alzaba el teléfono

Caminé hacía el departamento de Camila lentamente, y abrí la puerta suavemente, pasé por la cocina y no, la pequeña no estaba allí, pasé por la sala y tampoco estaba allí, caminé a su cuarto dónde la puerta estaba completamente abierta y me dejó ver esa horrorosa escena que hizo mi corazón latir a millón, la adrenalina me llenó el cuerpo y corrí hasta la ventana, dónde Camila estaba, apunto de saltar, la jalé de la camisa lo más rápido y la estreché contra mi pecho y la a nos alejé de la ventana. Mi respiración estaba muy agitada por el susto que llevé

– Camila - fué lo único que salió de mi boca.

Ella me vió y lloró mares en mi camisa pero no me importó.

La voz de Marialle llegó a mis oídos cuando dijo un "hola"

– Hola - respondí y abracé a Camila más a mi pecho, la cargué y la llevé a la cama ante la atenta mirada de su amiga

– ¿Qué ha pasado? Hombre estás pálido - Marialle tocó mi hombro y yo solo negué con la cabeza.

– Cierra la ventana, por favor - dije suavemente mirandola y ví como se paró y cerró la ventana del cuarto de Camila.

– ¿podrías darme unos segundos con ella? -

– seguro, cualquier cosa solo llámame- al ver salir a Marialle por la puerta enseguida puse toda mi atención en Camila

– Hey, chiquita - besé su frente y acaricié sus párpados cerrados - no me hagas pasar esos sustos de nuevo -.

¿Ella estaba dormida o solo se rehusaba a hablar conmigo? De igual manera no me iría de allí

 Happier; ShawmilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora