Capítulo 4.

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Una vez fuera me empezaron a interrogar.

- Empiezas a contar ya o qué - dijo Eliot realmente impaciente.

- Que si que si pesado eres eh - dije yo con tono cortante - a ver, pues que iba yo por la calle de siempre, por la calle de Álvaro, y de repente me llega un whatsapp de Álvaro, después de tanto tiempo sin hablarnos me manda un mensaje diciéndome que me estaba viendo y que había cambiado mucho, luego me dice, date la vuelta y hablamos entonces me giro y me besa y le digo todo lo que pienso después de todo, que es un gilipollas y que no quiero saber nada de él, y me puse a andar otra vez y me agarró del brazo y me dice que me tiene que decir una cosa importante entonces me giro y me vuelve a besar y le digo que me olvide que ya no quiero saber nada de él porque me ha hecho sufrir mucho y cojo me doy la vuelta y me voy; ala ya lo sabéis impacientes - dije un tanto aliviada por habérselo contado de una vez.

Los tres se quedaron flipando y con la boca abierta, justo en ese momento aparecieron Aaron y Shirley que, al ver a los tres con la boca abierta, me preguntaron:

- ¿Qué ha pasado Sara? - dijeron al unísono.

- Nada que estos tres son idiotas y se sorprenden por nada - dije señalándoles.

A lo que los tres respondieron:

- Eh que nosotros no somos idiotas y lo que nos has dicho no es una tontería.

- Venga va tú que no os rayéis que no ha pasado nada.

- Vale vale - dijeron Aaron y Shirley mientras se alejaban susurrando.

- ¿Veis? Ya habéis hecho que piensen mal de mi jope, yo no tengo la culpa de que es gilipollas asqueroso me haya besado.

- Vaya, me alegra saber lo que piensas de mi aun que ya me lo has dicho antes.

Reonocía ese tono de voz perfectamente, era la voz ... era la puñetera voz de Álvaro, ¿qué mierdas hacía él allí?

Me giré de golpe, tan de golpe que casi me caigo, ahora entendía por qué se habían quedado boquiabiertos, habían visto entrar a Álvaro y no me habían dicho nada, serán capullos.

- ¿Qué mierdas haces tu aquí? Te dije que no quería volver a saber nada de ti - le dije bastante furiosa como para ocultar el enfado.

- Solo necesito hablar contigo, un minuto me vale, pero hablemos a solas.

- Si da igual, luego nos lo va a acabar contando - dijo Ayden a lo que Bella y Eliot asintieron mostrando que estaban de acuerdo con Ayden.

- Ya les has oído, si tienes que decir algo lo dices aquí, delante de mis mejores amigos, y s i no lo quieres decir delante de ellos ya puedes ir largándote.

- Bueno, vale, lo diré aquí. Sara, te necesito, te echo muchísimo de menos, desde que lo dejamos no levanto cabeza y todo va a peor, no te supe valorar y fui un gilipollas al quererte solo para follar, y sé que me merezco todo lo que me está pasando, sé que me merezco estar hecho una mierda pero joder me hiciste sentir cosas que ninguna chica me ha hecho sentir, he intentado olvidarte pero no puedo Sara, me haces falta.

Otoño invernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora