Capítulo 12: Pícaro!

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Narra Mi Yeon:

Lo que imaginaba, enfermos, gracias a Dios yo no para poder cuidarlos, pero si Hyun y Yang mi. Hay Dios, lo que es la desobediencia, pero bueno, A "La tía más linda del mundo" les toca cuidarlos... Suspiro, y los miro ambos tirados en la cama, ya le cambie la ropa a Yang mi y la sobe con un paño húmedo, ¿Qué por qué suspiro?, porque ahora es el turno de Hyun... No, no puedo!, ¿Por qué rayos estoy tan nerviosa?. Tengo el paño húmedo en mis manos y pensando en cómo lo haré. Tomo un largo suspiro que llena mis pulmones y me le acerco lentamente para no despertarlos, colocó el pañuelo suavemente sobre su frente, al ver que no se despertó suspiro relajada. Pero eso no es todo, no señores, ahora es que viene lo peor. Hay otro paño que está en agua en una pequeña tasa, ése, es para bajarle la temperatura, Significa, que hay que pasarlo por, cara, cuello, pecho y espalda. ¿No creen que es demasiado?. ¡BENDITO SEA MI DIOS!, Más bien, doy gracias porque fue él quien se enfermó y no yo, eso, hubiera sido peor.
Un poco temblorosa, tomó el pañuelo, lo escurro, y empiezo a sobar su rostro. Lo analizo, y noto un pequeño lunar cerca de su ojo derecho que no había visto antes, sonrío. Bajo el pañuelo hasta su cuello, para seguir sobando, aún no se despierta, gracias a Dios... Trago saliva, al acercarme a su pecho y saber que tengo que desabotonar los primeros dos botones de su camisa. Uff, el primero, pienso cuando logro desabrocharlo. temblorosa bajan mis manos al segundo, y justo antes de abrirlo, sus manos se posan sobre las mías y lo miro...

-Tranquila, puedo hacerlo yo. -aclara con voz calmada-

-Si por favor -Me quito rápidamente-

Se sienta sobre la cama y se soba el pecho con el paño húmedo un poco adolorido, voltea y mira Yang Mi dormida, y vuelve a dirigirme la mirada

-¿Qué pasó? -pregunta algo desorientado-

-Se enfermaron, eso paso. 

-Sonríe adolorido- Parece que tenías razón después de todo. 

-La desobediencia trae sus consecuencias. 

-Lo se, mi hermana me lo repetía todo el tiempo.

-Y aun así no aprendes la lección.

-Sonríe- Perdón Señorita gruñona. 

-Ah, ahora soy yo la que... -me interrumpe el gemido de Yang mi-

-No grites tía, aún tengo sueño. -expresa la pequeña medio dormida-

Suspiro y Hyun sonríe.

-¿Cómo te sientes? -le preguntó relajada-

-Un poco mejor, parece que los cuidados de la tía más linda del mundo si funcionan. -responde Hyun-

-Sonrío levemente- Claro que funcionan, además, te recargan de energías.

-Ah, ¿enserio?

-Si. -afirmo con orgullo-

-Porque, -se levanta y se dirige hacia mi- Aún me siento débil. -se tira sobre mi como si estuviera débil y sin fuerzas-

-Sorprendida- Oye... ya deja de jugar Hyun. -Lo empujo para separarlo y cae sentado sobre la cama- Esto no es un juego.

-No estoy jugando, me siento débil. -se acuesta de lado aun mirándome-

-No me digas. -Sarcásticamente-

-Oye, Señorita gruñona, ya que eres la tía más linda del mundo, me ayudarías a acomodarme como estaba, no puedo sólo, mira -alza el brazo y lo deja caer débilmente- sigo débil.

-Giro los ojos y suspiro- A ver, dame el brazo. -Me da el brazo y lo jalo- ¿Por qué eres tan pesado?

Él, no hace ningún esfuerzo por levantarse.

La Esposa del PresidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora