Capitulo 7

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La mañana siguiente me vestí con el uniforme de los seleccionados: pantalones negros, camisa blanca y la flor de mi provincia -un lirio- en la camisa. Los zapatos los pude escoger. Me decanté por unos rojos desgastados. Pensé que más valía dejar claro desde el principio que no tenía madera de principe.

Estábamos ya a punto para salir en dirección a la plaza. Cada una de las seleccionadas iba a tener una ceremonia de despedida en su provincia de origen, y a mí la mía no me hacía ninguna ilusión. Toda aquella gente allí mirándome, y yo de pie como un tonto. La escena en conjunto era ridícula, ya que tenía que recorrer los tres kilómetros de trayecto en coche, por motivos de seguridad.

El día fue incómodo desde el principio. Jisoo vino con Hendery para despedirme, lo cual fue todo un detalle, teniendo en cuenta que estaba embarazada y cansada. Seokjin también vino, aunque su presencia no hizo más que añadir tensión.

Rose era mi único consuelo. Me cogió de la mano e intentó transmitirme parte de su entusiasmo. Cuando llegamos a la atestada plaza aún íbamos de la mano. Daba la impresión de que toda la provincia de Carolina había acudido a despedirme. O a ver qué tenía yo de especial. Desde la tarima en la que me encontraba, vi la masa de gente que me observaba.

Allí de pie pude comprobar las diferencias entre las castas. Hirai Momo era una Tres, y ella y sus padres me perforaron con la mirada. Park Ji hyo era una Siete, y me lanzaba besos. La gente de las castas superiores me miraba como si les hubiera robado algo que les perteneciera. Los Cuatros y la gente de castas inferiores me animaban, veían en mí a un chico del montón que había triunfado. Me di cuenta de lo que significaba para aquellas personas, como si representara algo para cada una de ellas.

Intenté concentrarme en aquellas caras, levantando la cabeza. Estaba decidido a hacerlo bien. Sería el mejor de mi grupo: el héroe de la plebe. Aquello me dio una razón de ser. Kim Taehyung: el campeón de las castas bajas. El alcalde hizo un discurso lleno de florituras:

-¡ ... y Carolina animará al bello hijo de Kim Yunjin y Kim Minho , Kim Taehyung!

La multitud aplaudió y me vitoreó. Algunos lanzaron flores. Registré aquel sonido por un momento, sonriendo y saludando con la mano, y luego volví a escrutar a la multitud, pero esta vez con un objetivo diferente.

Quería ver su rostro una vez más si podía. No sabía si habría venido. El día anterior me había dicho que estaba precioso, pero se había mostrado aún más distante y reservado que en la casa del árbol. Habíamos acabado, y lo sabía. Pero no puedes amar a una persona casi dos años y luego olvidarlo de la noche a la mañana.

Tuve que pasear la vista varias veces por entre la gente, pero por fin lo encontré, y de inmediato deseé no haberlo hecho. Seojoon estaba allí de pie, con Huening Kai delante de él, agarrándolo por la cintura desenfadadamente y sonriendo.

Quizá sí había gente que podía olvidar de la noche a la mañana.

Kai era un Seis y debía de tener mi edad. Era bastante guapo, supongo, aunque no se parecía en nada a mí. Al parecer, a Seojoon, la posibilidad de ser reclutado no le importaba ya tanto. Kai le sonrió y luego fue a reunirse con su familia.

Estaba demasiado furioso como para llorar.

Además, tenía admiradores que reclamaban mi atención. Volví a lucir mi mejor sonrisa y me puse a saludar. No le iba a dar a Seojoon la satisfacción de romperme el corazón una vez más. Estaba allí por su culpa, e iba a aprovecharlo.

-¡Damas y caballeros, despidamos como se merece a Kim Taehyung, nuestro hijo de Illéa predilecto! -Jaleó el alcalde

Detrás de mí, una pequeña banda tocó el himno nacional.

LA SELECCIÓN - α∂αρтα¢ιση - [𝘬𝘰𝘰𝘬𝘷]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora