𝗛𝗮𝗽𝗽𝘆 𝗘𝘃𝗲𝗿 𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿 ; Stiles Stilinski (Book Of Extras) (Sin Editar)

𝑅𝑒𝑢𝑛𝑖𝑜́𝑛 𝑚𝑢𝑦 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑑𝑎

✧･ﾟ: ✧･ﾟ: - :･ﾟ✧:･ﾟ✧

El calor de agosto hacia que las calles estén repletas de personas irritadas. Y el que iba corriendo con mil bolsas no era la excepción.

Stiles, en una mano tenía su teléfono celular y en la otra por lo menos diez bolsas, casi no tenía brazos.

-Scott, me estoy muriendo aquí afuera, casi me quedo sin brazo, y todavía tengo que ir en busca de otro paquete, así que resuelve tu asunto y trae tu trasero al apartamento. Es el cumpleaños de Olivia, y no pienso permitir que ella esté mal porque su bobo hermano no puede venir- dijo con todo el enojo acumulado.

Era de mañana y hacia por lo menos arriba de los 32 grados. Stiles llevaba bolsas con decoración. Ya era 24 de agosto, y el cumpleaños de su novia.

Olivia trabaja y estudiaba todo el día hoy, así que no llegaría a casa hasta eso de las ocho de la noche, por lo que el le estaba organizando una fiesta sorpresa.

Había invitado a toda la manada, a sus padres, a su padre, incluso Peter iba a estar ahí, pero ahora resulta que Scott lo llamaba para decir que había tenido un problema con el Jeep.

-Stiles, este es tu auto, técnicamente, esto es tu culpa- se defiende el lobo.

Stiles entró hasta quedar en el aparador de la pequeña cafetería. Era la favorita de Olivia, y venía a buscar unos muffins de arándanos que había encargado

-¿Ya intentaste con cinta adhesiva?- pregunta él.

-Ya lo intenté todo, no quiere arrancar- responde Scott desde el otro lado de la línea.

La fila avanzaba cada vez más, y ya casi era su turno.

-Mira, Scott, tienes que encontrar una forma de venir, o ella quedará devastada- dice Stiles.

-Lo sé, lo sé. Trataré de estar ahí, lo prometo- dijo el alfa.

Después de eso y un adiós, cortó la llamada.

Ya era su turno.

-Hola, señor ¿Que va a pedir?- pregunta la chica de la caja.

-No, de hecho vengo a retirar un pedido, a nombre de Stiles Stilinski- le dice.

-Bien, ¿Tiene el comprobante de la orden de compra?- pregunta la chica.

-Si, si, aguarde un minuto- dijo.

Buscó entre sus pantalones y lo encontró, se lo dió y la chica le indicó que pasara a otra caja donde le estarían dando su pedido. Así hizo, espero, y después de unos minutos ya tenía sus muffins de arándanos en las manos.

Así que se puso otra vez a transitar por las calles, con un inmenso calor hasta llegar a su edificio.

-Buenos días, señor Stilinski, dejaron algo para la señorita Olivia en la recepción está mañana- saluda el portero.

-Walter, ya te dije que me llamaras Stiles- dice el chico acercándose.

De abajo de la mesa, el portero del edificio, Walter, sacó una caja, bastante grande, con una etiqueta de felicidades con el nombre de Olivia.