𝗛𝗮𝗽𝗽𝘆 𝗘𝘃𝗲𝗿 𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿 ; Stiles Stilinski (Book Of Extras) (Sin Editar)

𝐷𝑒 𝑣𝑢𝑒𝑙𝑡𝑎 𝑎𝑙 𝑐𝑜𝑚𝑖𝑒𝑛𝑧𝑜

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Olivia miraba con completa felicidad la pequeña, aunque no tanto, casa. Su nuevo hogar. Stiles había cumplido su promesa,  y en esos tres meses se encargó de absolutamente todo, ella solo tuvo que firmar papeles y viajar hasta Beacon.

Había elegido una casa un poco a las afueras de Beacon Hills, tenía un gran patio trasero que también estaba conectado al bosque. Tenía una cochera para el auto, tres habitaciones, dos baños y la cocina, sala y comedor eran amplios. En resumen, Stiles le había conseguido la casa de sus sueños.

-Es preciosa, dios, la amo- dijo ella emocionada.

Stiles sonrió y tomó su mano.

-Ya está todo, solo falta desempacar alguna cajas, pero nada más- avisa su esposo.

Ella sonrió y se acercó para besarlo, era un nuevo comienzo para ambos, y estaban muy felices.

De repente, dando un pequeño salto por la molestia, Olivia se separó del beso.

-¿Que pasó?- pregunta Stiles confundido.

-Nada, solo que ha pateado, y me ha dolido un poco- dijo sonriendo.

Stiles puso su mano sobre el ahora notorio vientre de la chica, y sonrió al sentir a su pequeña bebé pateando.

-Ey, está muy inquieta- comenta felíz.

-Supongo que también está emocionada por la mudanza- responde.

Los dos entraron a la casa y Olivia aspiró ese olor a lugar nuevo que tanto le gustaba.

Sintió a alguien la abrazó por detrás.

-Las amo mucho ¿Lo saben, no?- pregunta Stiles con una mano en la pancita de su esposa.

Y es que había tomado esa costumbre, referirse a las dos, aunque la bebé todavía no había nacido. El debía que eran las dos mujeres de su vida.

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-¿Y como está la próxima Stilinski?- pregunta Malia.

Una semana había pasado, y oficialmente ya estaban instalados. Malia, Mía y Scott los venían a visitar casi todos los días.

-Muy inquieta, y eso me duele, pero creo que todo está bien- comenta Olivia con una mueca.

Ella y Malia estaban en el patio trasero, comiendo una tarta de frutillas y tomando algo. A Olivia siempre se le antojaban cosas con frutillas.

-No me lo digas a mí, trata de llevar a una niña mitad lobo, mitad coyote dentro de tí- su hermana rueda los ojos.

Olivia se caecajeó por eso. Pobre Malia.

-¿Y como vas tú? ¿No ha presentado síntomas de ser medio pájaro como tú?- pregunta la coyote.

-Fenix, Malia, soy un fénix, y hasta ahora no. Quisiera que sea solo humana, ser sobrenatural le traería problemas, y no quiero eso- admite.

Y es que ese tema era algo por lo que ella y Stiles estaban algo preocupados. Esperaban que su pequeña sea solo humana.

-Bueno. Nosotros le enseñamos a Mía, como podemos, que tiene que estar calmada, y en las lunas llenas nos quedamos con ella. Ya ha hecho brillar sus ojos. Son dorados- cuenta Malia.

Su hermana menor la miró asombrada por eso.

-Es una beta- afirma.

Malos solo asintió comiendo su tarta.