Witchfinder

Capítulo 3

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Lan Wangji debe confesar que siente cierta inquietud cuando Wei Wuxian no está a su lado. No es que piense que Wei Wuxian no puede cuidar de sí mismo, es más que capaz, simplemente no es demasiado cuidadoso a veces, por lo que Lan Wangji se preocupa cuando Wei Wuxian no está a la vista.

Wei Wuxian es simplemente un sirviente, por lo que le impide asistir a algunas cosas y luego están los momentos en que Wei Wuxian está haciendo Dios sabe qué bajo el disfraz de borracheras en la taberna.

Sería mucho más fácil mantener a Wei Wuxian a su lado si fuera su brujo, por supuesto hay razones por las que eso es imposible en este momento. Pero aun así, Lan Wangji fantasea con la idea de vestir a Wei Wuxian con ropa más bonita y fina acorde con su posición, para representar en él en toda la gloria de Gusu Lan con azules y blancos para que nadie pueda argumentar que está fuera de lugar. Otros respetan a Wei Wuxian al darse cuenta de que tiene muchos consejos y experiencia que dispersar y lo escuchan con atención absorta mientras sus balbuceos son demasiado inteligentes para su propio bien. De Wei Wuxian durante estas reuniones, de las cuales no se le prohibirá a nadie porque es el brujo de la corte de Gusu y brujo personal de Lan Wangji que afirma que no hay otro lugar para que él se siente que en el regazo de Lan Wangji y nadie les llame la atención ante tal muestra pública.

En sus fantasías más, más desvergonzadas, piensa en estar envainado dentro de todo el calor de Wei Wuxian, con una cuidadosa ofuscación de ropa moviéndose minuciosamente mientras todavía está dentro de Wei Wuxian. Quiere intentar ver si Wei Wuxian todavía puede continuar hablando con claridad, si puede mantener su rostro sin rubor mientras Lan Wangji finalmente se burla de él por todas las burlas que Wei Wuxian le ha hecho. Solo otorgándole la liberación a Wei Wuxian después de que se termine la reunión, después de que todos los demás se hayan ido, porque por más desvergonzado que sea, él es el único que podrá ver a Wei Wuxian en tal estado.

Solo él, desde que Wei Wuxian es su brujo, independientemente de su falta de un título adecuado.

Lan Wangji sabe, por supuesto, que la relación entre las brujas de la corte y la persona que las recibe formalmente en la corte no siempre es romántica o sexual. Sin embargo, a menudo es así porque en tiempos más antiguos la única forma de iniciar una unión formal era tener un ritual que involucraba magia sexual. Lo sabía porque había entrado en la sección prohibida de la biblioteca Lan. Algo a lo que incluso él, como Segundo Príncipe, no tenía derecho en la época anterior, de cuando la magia había sido tolerada y cuando tal conocimiento, incluso si no se usaba, se buscaba para conocer al enemigo al que podrían enfrentarse.

Así que él sabe que el ritual incluye a dos personas que estarán atadas temporalmente en espíritu y cuerpo entre sí. Habría un espacio tallado en la mente del otro, una forma de hablar sin decir nada en absoluto, una conexión telepática para una transmisión instantánea de pensamientos. Una forma de saber simplemente qué toques traerían éxtasis, cuáles traerían incomodidad y qué sería mediocre sin una sola discusión. Una conciencia de un hilo de conexión entre dos almas en un nivel tan profundo que incluso después de que se desvaneciera, la experiencia siempre marcaría esa relación como especial.

[...]

También había cuentos. De los lazos que se desvanecían, rehusándose a romperse, unir a dos personas permanentemente, no como un matrimonio, si se adaptaban bien el uno al otro, si estaban destinados a nunca separarse el uno del otro.

Lan Wangji no se enorgullece de la idea, sabe que Wei Wuxian debe temer y resentir estar atado a alguien, a cualquier cosa, pero tampoco puede evitarlo. Quiere unir a Wei Wuxian consigo mismo, quiere la seguridad de que el otro está a salvo dadas todas las veces que Wei Wuxian se ha lastimado en su lugar, y cómo minimiza las lesiones, quiere mantener a Wei Wuxian a salvo.