Witchfinder

Capítulo 2

[⚜️]

Wei Wuxian no cree que su vida siempre haya sido fácil a pesar de haber nacido brujo.

Perdió a sus dos padres a una edad temprana. Había sido algo, pero no del todo adoptado por uno de los viejos amigos de su padre y luego, varios años después, también perdió a esa segunda familia suya.

Aún así, es un brujo, ¿eso significa que ha conocido la facilidad para obtener lo que está fuera de su alcance con un simple giro de sus dedos y así tiene lo que quiere? ¿Ha conocido comodidades al laborar porque puede hacerlo en un instante o reducir el tiempo empleado a cantidades tan escasas que rara vez se agota? ¿Ha conocido el ingenio que solo un puñado de personas experimentarán por la imposibilidad a raíz de su oficio?

Ahora le quedan pocas responsabilidades y deberes a la luz de su ruptura con Yunmeng, aunque todavía tiene algunas y tiene muy pocas quejas a su paso. Sobre todo, desea que la gente simplemente acepte más la magia y le haga la vida mucho más fácil. No tiene por qué gustarles, pero seguro que sería bueno no tener la amenaza de muerte siempre presente sobre su cabeza por algo que simplemente es.

A pesar de esto, lo más difícil en su vida con lo que se ve obligado a lidiar es Lan Wangji.

No, el problema no es y nunca ha sido que Lan Wangji sea un príncipe. Está seguro de que la maestra de su madre, Baoshan Sanren, no estaría de acuerdo con él, ya que a pesar de su edad, ha visto la locura de la realeza una y otra vez. Hay una razón por la cual todos sus estudiantes no se unen a las cortes reales, a nadie de estatus, por qué llevan el nombre de Sanren para reflejar esto.

Nunca ha obtenido una estimación exacta de su verdadera edad, de cuántas generaciones ha sido testigo de nacimiento en su larga, larga vida y ha dejado de preguntar. Principalmente debido al hecho, él no quiere que ella deje de hablarle porque es el último miembro vivo de su familia que le queda.

Cuando se fue de Yunmeng, ella apareció, cuando él estaba apático y perdido, le dio un hogar por unos meses antes de que él escuchara el llamado que sentía hacia Gusu.

Wei Wuxian sabe que no aprueba su decisión de unirse a Lan Wangji, de unirse a Gusu, de adherirse al título no oficial de Brujo de la corte en Gusu cuando han dejado sus pensamientos muy, muy claros sobre las brujas desde el Gran purga.

No siempre fue así, la magia puede no haber sido aceptada formalmente en Gusu incluso antes de la Gran Purga, pero sus practicantes no eran condenados a muerte.

Sin embargo, él es todo lo que le queda de su madre, uno de sus estudiantes más talentosos, por lo que ambos se aferran con fuerza al vínculo que los une.

El vínculo, aunque tenue, viene con estipulaciones, Wei Wuxian no recibirá su ayuda o reconocimiento mientras permanezca en Gusu y ya no puede recordar la ubicación de la montaña en la que se dice que se queda. Lo cual está bien, no tiene nada que ver con esto. La montaña en la que se aloja Baoshan Sanren es uno de los pocos santuarios mágicos en su mundo, con estudiantes jóvenes y mayores, un lugar donde las brujas no tendrán que temer la ira de quienes les temen.

En el momento en que sale de Gusu, siempre que esté solo, siempre hay una especie de regalo. Una flor demasiado brillante para ser cualquier cosa menos mágica, un animal demasiado inteligente que lo lleva a un pequeño alijo de suministros, o incluso a veces a un alumno suyo para discutir cómo han sido las cosas.

Aunque, Baoshan Sanren y sus estudiantes están excluidos del mundo, todavía necesitan conocerlo para esconderse de él. Gusu se encuentra en una situación muy volátil, por lo que su relato de primera mano de cómo van las cosas es útil.