𝙱𝚞𝚜𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚊 𝙼𝚊𝚖𝚊 #Bam1 [𝐂𝐡𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨𝐩𝐡𝐞𝐫 𝐲 𝐭𝐮]✓ AD

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Christopher estacionó su auto unas cuadras atrás del bar al que iría con Erick. Su amigo seguramente ya se encontraba dentro tratando de enganchar alguna chica.

Christopher recordó la última vez que había salido, aunque tampoco fuera que había pasado mucho tiempo, aún así sentía que debía por un momento olvidar el hecho de que tenía una hija.
La noticia de ser padre a los diesinueve le había echo cambiar su vida completamente. Amaba a su pequeña,aún teniendo en cuenta de que había sido producto de una noche donde ni su nombre recordaba, desde entonces medía la cantidad de alcohol que consumía.

— Pensé que no vendrías-comentó Erick cuando vió a Christopher acercarse a la mesa que compartía con una rubia.

— ¿Cuándo te he fallado?-contestó Christopher quien se sentó a la par de su amigo y tomó de la bebida que éste tenía, ni siquiera sabía de que se trataba pero necesitaba olvidar un poco el hecho de que había dejado a Hannah.

— Te presento a Paula-Erick señaló a la chica que tenía al lado. Christopher se acercó para dale un beso en la mejilla y la chica le sonrió coqueta. Sí, a Erick no le importaba, esa noche Christopher terminaría con esa chica sexy que tenía a su lado.

[…]

Anne se encontraba esperando fuera de la habitación de la niña, una de las empleadas le había indicado el camino para después despedirse de ella, ahora sí, eran solo Anne y la pequeña.

Anne no sabía que era lo primero que debía hacer, ¿Debía entrar o tocar la puerta?, al final decidió que sería una mejor opción la segunda. Cuando escuchó una pequeña voz diciéndole que podía pasar abrió la puerta encontrándose con una habitación rosa con muchos juguetes y un gran armario. Solo esperaba que la niña no fuera como las niñas mimadas que solían molestarlas cuando ella salía al parque a jugar.

— Hola-dijo Anne. Se acercó un poco.

— Hola-contestó con una sonrisa. Llevaba un pijama de ositos y se encontraba tratando de peinar su cabello.

— ¿Quieres que te ayude?-preguntó Anne al ver cómo Hannah se quejaba de los tirones que daba a su cabello. Hannah asintió y Anne se acercó, tomó el cepillo y delicadamente comenzó a cepillar su cabello.

Cuando Hannah había visto a la chica entrar una alegría inmensa la invadió, ella esperaba encontrar a una anciana malhumorada, de esas que su padre solía contratar o una chica con una voz chillona que no le prestaba atención y solo estaba ahí por su padre; pero en cambio encontró a una chica que percibió su simpleza desde que la vió, además ahora la ayudaba con su cabello, ni un tirón le había hecho. Por un momento Hannah imaginó que era su madre y que situaciones como esas eran tan comunes en su vida. Vaya que necesitaba una madre.

— ¿Cómo te llamas?-preguntó la pequeña.

— Anne.

— Tienes un bonito nombre.¿Cuántos años tienes?

— 22.

A Anne le pareció tierno como Hannah había comenzado a sacar conversación. Sin duda llevaba unos minutos de conocerla, pero ya le tenía cariño.

— Bueno, tu papá dijo que debías cenar y luego ir a la cama-dijo Anne cuando terminó de peinarle el cabello.

— ¡No!-replicó molesta,era viernes, mañana no iría a clases, ella quería dormir hasta tarde
— ¿Podemos hacer algo después de cenar?-Anne rió de los pucheros que había echo Hannah.

— No, tu padre puede molestarse-y valla que Anne le tenía miedo a cometer algún error.

— Él no se va a enterar, además, siempre que sale con el tío Erick siempre llega tarde.

Anne pensó por unos segundos, no sonaba tan mal la propuesta, seguramente era cierto lo que Hannah decía y Christopher llegaría tarde, así que si ponía a Hannah a dormir temprano ella terminaría durmiendo también.

—Está bien, piensa algo para hacer mientras cenas-Hannah la abrazó. Al principio Anne se sintió sorprendida y un poco incómoda, pero después aceptó el abrazo y ambas sintieron algo especial.

[…]