CAPITULO 2

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En una habitación oscura y desordenada se encontraba el hombre empotrado sobre una silla con cuerdas sobre sus manos y piernas.

—Despiertenlo. —(ordena con voz seria).

—Con gusto Jefe. —(responde el ayudante).

El ayudante agarró el balde de agua helada y lo hecho contra el cuerpo del hombre que se encontraba atado.

—Uhhhhh...—(despierta de golpe al sentir el agua helada).

El hombre empezó haber borroso debido al agua que se encontraba en su rostro que se sacude un poco para apartar aquella agua.

—Asi que ya despertaste. —(dice el hombre que lo observaba de pie y con cigarrillo en mano).

—¿Dónde estoy?. —(pregunta desconcertado).

—Bienvenido a la casa del sufrimiento. —(dice alegremente el hombre). —Ahora dime, Hyunsi dónde está mi dinero. —(dice para luego dar una calada a su cigarrillo).

—T...Tu...dinero. —(responde nervioso).

—Si. mi dinero. —(observa sin expresión alguna al preso).

—En estos momentos no tengo tu dinero pero lo puedo conseguir, dame tres días por favor. —(dice rápidamente el preso).

—Que has dicho. —(se acerca peligrosamente al preso).

—Que no teng....ah!!. —(grita de dolor al sentir el cigarrillo sobre su brazo).

—Te estuve buscando por dos años y dices que no tienes mi dinero. —(dice ya molesto volviendo a poner su cigarrillo sobre el otro brazo).

—Ah!!!!!....detente!!!.. —(grita con desesperación).

—Me detendré hasta que me digas dónde tienes mi dinero. —(dice con enojo).

—En.. enserio no lo tengo. —(afirma).

—Maldito!. —(golpea el rostro del preso).

—Por favor, dame tres días. —(pide el preso).

—Hagamos un trato. —(se limpia su mano que contenía un poco de sangre al haber golpeado el rostro del preso).

—Q...Que clase de trato. —(dice nervioso).

—Me enteré que tienes cinco hijos donceles. —(sonríe con malicia). —Tu deuda será saldada si me dices dónde se encuentran. —(finaliza,para observar hacia el preso).

—Si te lo digo que harás con ellos. —(espera alguna respuesta).

—Sabes que tengo un burdel con clientela y se me hace difícil secuestrar a donceles jóvenes por lo que. —(observa al preso). —Quiero que me vendas a tus cincos hijos. —(lo dice con una sonrisa socarrona).

—¡Estás loco!. —(grita el preso).

—¡Cállate!. —(golpea el rostro del preso). —¡Así que colabora para decirme dónde se encuentran!.—(lo golpea otra vez).

El hombre golpeó varias veces el rostro del preso que se detuvo al ver cómo este ya tenía su rostro lleno de golpes.

—Ujum...Ujum..—(tuese, botando sangre de su boca).

—Espero que colabores. —(dice ya molesto tomando del cabello del preso jalandolo para atrás).

—No te lo diré. —(dice con una sonrisa). —Por más, que no nos llevemos bien no soy capaz de vender a mis hijos. —(escupe el rostro del contrario).

—¡MALDITO!. —(golpea al preso tumbando-lo con la silla aun costado).

—Ujum. —(tuese). —¡Asi que prefiero morir antes de entregarte a mis hijos!.
—(exclama el preso con enojo).
—¡ASI QUE MÁTAME!. —(presiona el preso).

¡Me Enamore De Un Mafioso!...."MewGulf"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora