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Es un desastre.

Uno pequeño y no de proporciones apocalípticas, por fortuna.

Pero un desastre de todos modos.

Y... ¿Recuerdan el viejo roble? digamos que ahora fue dividido en, um, dos robles.

Así que, sí, el primer intento de entrenar a Vanya no salió exactamente como pretendían. Intentaron que se centrara en los sonidos de alrededor, pero como Vanya no controla muy bien que sonidos tomar, tomó los de las personas en sus casas. Todos en sus casas, peleas y crisis nerviosas y risas y gritos, todo tan mezclado. Es una fortuna que lo único destruido haya sido el roble del patio. Cinco no llamaría al entrenamiento perdida total, de todos modos, ahora saben que deben buscar un sonido en especifico para que se concentre en él, algo pequeño para que la energía acumulada sea solo lo suficiente para una practica segura.

—Nadie está muerto y la luna está en su lugar —Klaus dice casualmente, lamiendo una paleta helada—, yo lo llamaría una victoria.

Todos le dedican una mirada de "Cállate, Klaus", mientras Allison frota la espalda de Vanya en el sillón.

—Lo siento —Vanya resopla, cubriéndose la cara con las manos.

—Lo harás mejor la próxima vez —Allison afirma.

Cinco hace cálculos en un rincón y Luther y Diego permanecen en silencio.

Vanya sacude la cabeza.

—Yo solo... Necesito estar sola un momento —dice finalmente. Se pone de pie y se aleja por el pasillo.

—¿Creen que dejarla sola sea una buena idea? —Luther pregunta, observando la pequeña figura de su hermana desaparecer escaleras arriba.

—Demuestra que confiamos en ella —aclara Allison con seguridad—. ¿Verdad, chicos?

Luther asiente lentamente. Diego no dice nada, serio y perdido en sus pensamientos. Klaus asiente con la cabeza con entusiasmo y exclama: "¡Por supuesto!". Cinco murmura un escueto: "Debo hacer más cálculos" y desaparece en un parpadeo azul.

—¡Déjame en paz! —Klaus exclama de pronto, saltando a tropezones del sillón en que se encuentra y dejando caer al suelo el palo de madera de la paleta que ya había terminado.

Todos los presentes lo miran sorprendidos.

—¿Klaus? —Allison pregunta, mientras Diego se acerca cautelosamente hacia él.

—No no —Klaus sacude la cabeza—, no es a ustedes —afirma, soltando una risita nerviosa y no realmente convincente, mientras mira hacia el sillón vacío como si pudiera ver algo que los demás no. Probablemente así sea, ahora que lo piensan. Klaus está sobrio, ¿verdad? Lo que significa que puede usar sus poderes.

Diego le pone una mano en el hombro y Klaus salta hacia un lado como si su mano lo hubiera quemado.

—Woah, fácil, Klaus, tranquilo. Soy solo yo —Diego dice, levantando las manos para demostrar que no tiene malas intenciones.

—Estoy bien, Di —Klaus dice—. Perfectamente, solo... Necesito mis auriculares. Bye bye, hermanitos —agrega apresuradamente, alejándose hacia el segundo piso.

—¡Klaus! —Diego está preocupado. Primero esas menciones casuales de la guerra, la disociación repentina y ahora esto. El problema es que Klaus no habla con él, y ni siquiera puede ofrecerle que vayan a dar un maldito paseo, porque el mundo decidió irse al carajo y nadie puede salir de sus casas.

Locked Up | TUA | PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora