✧- ◦ ◦ cuatro.

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Sungchan había pasado el mayor tiempo posible con su querido hyung, paseaban juntos, comían juntos y partían juntos pedacitos de panes para los pajaritos, pero el día que Jung no quiso que llegara había llegado en un abrir y cerrar los ojos; era el último día de clases antes de vacaciones y a pocas semanas de navidad, él tenía una pequeña cajita en su mano y su pucherito diario había llegado mucho antes, puesto a que sólo lo hacía cuando el horario escolar finalizaba.

Sus piernas flaqueaban porque la clase entera estaba siendo un escándalo y porque no veía a su hyung estando tan rodeado por niños de bajas y altas estaturas.

Sin embargo no tuvo que colarse entre tantos cuerpos porque ellos se abrieron hacia los costados porque Shotaro había ido junto a él.

— ¿No le obsequiaras algo a tus amigos?. —Las manos de Shotaro se esconden en su espalda para no tocar el paquete con un simple envoltorio y su cuerpo se inclina hacia adelante para que Sungchan lo escuche mejor.

— Mi regalo es quererlos. —Sungchan encoge sus hombros y un ligero carmesí se apodera de sus mejillas y lóbulos cuando Shotaro no desvía ni un poco la mirada del regalo en sus manos.

— Yo también quiero que me quieras. —Shotaro abulta su labio inferior y endereza su cuerpo, mirando con una sonrisa el rostro tímido de su amigo.

— Nop, yo quise darte esto. —Sungchan traga saliva cuando ve el regalo llegar hasta las manos de Shotaro.

Shotaro aprieta los labios y con una serena sonrisa hace pequeñas reverencias hacia Sungchan.

— Yo hice una sopa de letras para ti, también le pedí a mamá que te compre bombones de chocolate. Le dije que eran tus favoritas. —Explica mientras su cuerpo se gira y ambos caminan automáticamente hasta la sillita pegada a la pared donde yacía la mochila morada del rubio.

— ¡Pero hyung!, no debía de decirme qué me hizo. —Sungchan se para frente a Shotaro cuando este toma asiento en su sillita. Cinco centímetros los separan como mínimo.— Además hyung, no necesitaba hacerme una sopa de letra, le dije que el periódico tenía una. —Regaña el menor y Shotaro pucherea lindamente por ello.

— Igual esas sopas de letras tienen muchas palabras difíciles, yo te hice una con las palabras que sueles decirme siempre.—Aclara.

Sungchan voltea para pedirle permiso a Yuri para ocupar su lugar al lado de Shotaro y ella asiente animadamente, sin importarle mucho aquello.

— ¿Puedo abrirlo ya?. —Shotaro voltea a verlo y Sungchan se asusta un poco por lo cerca que están.

— Claro... —Desvía la mirada al envoltorio y segundos después de sonreír enternecido Shotaro hace lo mismo.

Shotaro retiraba de a poco el lazo marrón hecho un moño mientras preguntaba cosas a el menor.

— ¿Decoraste la caja tú?. —Inquiere y Sungchan niega con la cabeza, se ve incapaz de responder verbalmente al estar tan centrado en las manos de Shotaro quitando la cinta que su madre usó para asegurar que el envoltorio rojo no se despegara.

— ¿Lo hizo tía?.

Sungchan negó pero luego asintió, confundiendo a Shotaro.

El rubio cerró la boca cuando una cajita blanca de cartón apareció luego de retirar todo el envoltorio rojo.

Sus manos quitaron la tapa apresuradas y su boquita se abrió cuando un intento de peluche del personaje moomintroll se exhibió dentro.

— ¡Que lindo!. —Exclamo en lo alto sacando al peluche, ignorando que atrás habían pequeñas esculturas de nubecitas rositas.

── Besitos ┃ Sungtaro - Shochan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora