|Él encontró en ella el amor de su vida. Ella nunca lo encontró, más bien, nunca lo recordó.|
Emma
Para cuando Emma camina a paso lento por aquellas calles, la nieve ha comenzado a caer de manera tímida y ligera. Se siente como una fría pero cálida bienvenida por parte de aquel que una vez fue su hogar hasta hace tres años atrás. Y se siente bien, extrañamente nostálgica al darse cuenta que anhela con mucho cariño aquellos días, aunque difíciles, pero memorables de su vida. Esos días sencillos y divertidos que pasó junto a Norman en aquel lugar tan apartado.
Aunque el paso del tiempo es evidente debido al sonido del traqueteo propio de lo que es ya una ciudad en aquel lugar costero. Para Emma, observar las calles y las construcciones, la hacen olvidar la huella invisible pero palpable que los últimos sucesos en su vida relacionados a ese hombre, aquel de quien sigue escapando, ha quedado grabada en su cuerpo y mente.
Avanza lentamente arrastrándose por las calles húmedas mientras cuela ambas manos dentro los bolsillos de su abrigo y va avanzando con la mente llena de recuerdos.
Recuerda aún de una manera muy vívida la inocencia que la llevaba a compartir un helado en los días calurosos con Norman, hablando por largo rato de nimiedades y cosas interesantes como las estrellas que a él tan le fascinaban. Recuerda entonces las mañanas en las que tomaban rumbo a lugares tan peculiares como el zoológico, siendo que, quien la acompañaba no era ni más ni menos que el heredero de la familia Ratri. Aquella que alguna vez también creyó que habría de ser su familia.
El hecho por sí mismo no debería haber sido algo que le afectara. Conocía debido al intercambio de conversaciones, con el mismo albino, que él provenía de alguna familia importante y que por eso estaba huyendo por un tiempo de toda esa responsabilidad tras su apellido. Un apellido por el cual nunca se atrevió a preguntar más allá de lo que él revelaba. (Quizá en el fondo por el miedo a descubrir una dura realidad) Un detalle por el cual su cerebro le recrimina vez tras vez tuvo que haberse cuestionado. Asume que quizás aquello habría hecho una diferencia en el orden de los hechos.
La nieve se agolpa poco a poco sobre su cabello y sus hombros mientras divaga en recuerdos. Pero nada le importa, Emma está acostumbrada al dolor y el escozor de la nieve contra su piel y eso resulta en poca cosa para ella ahora mismo.
Se sienta por un momento en una acera lo suficientemente alta que le permite quedar a una altura cómoda, así que, abraza entonces su delgado y delicado cuerpo, ansiando transmitirse a si misma un poco de calma. Porque siente que sus ojos escuecen levemente con lágrimas que se asoman queriendo hacerse presentes. Más sin embargo, Emma está harta ya de limitarse a llorar. Quiere enfrentar de una buena vez a la realidad y dejar de huir. Cosa que hizo tres años atrás al despertar y darse cuenta de lo inevitable sobre ella y Norman, y al mismo tiempo, encontrando indigerible el hecho de tener que afrontar que su enemigo siempre estuvo cercano a ella.
¿Enemigo? De manera increíble, eso había pensado cuando Ray había contestado aquella llamada desde el celular de Norman noches antes de aquel incidente.
Y aunque quiso hacer oídos sordos, fue más duro para ella reconocer que Norman quizás conocía a cabalidad cada uno de sus sucios secretos. Eso la hizo sentirse vulnerable una vez más ante él. Precisamente por ello fue que le resultó imposible encararlo y hablar con él una vez salió del hospital. No quería sentirse poca cosa frente a él, ni que él la viera con ojos de lástima.
ESTÁS LEYENDO
Pervivencia [Noremma]
FanfictionPerdidos, solos, encerrados. Ambos se sienten de esa manera, y sin embargo, frente al mundo dibujan una sonrisa prefabricada. Pretenden llevar una vida perfecta o al menos algo parecido. Y sin embargo, cuando tienen la oportunidad de hallar refugio...