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—¿Ah?

—¿Qué llevas ahí?

¿De qué hablaba? Luana inclinaba su cabeza asombrada, pero pronto lo recordó. ¡Era la botella de veneno que la doncella le entregó!

La mirada sospechosa del duque se posó en Luana. Incluso si la tratara de esconderla posiblemente muera.

—No malinterpretes la situación. Esto no es mío.

—No entiendo y dijo que me entregaras lo que llevas.

—No es mío.

Luana sacó el frasco con el contenido morado mientras sus manos temblaban. Ran pronto como el duque lo vió, su expresión se enfrió.

—¿Eso es veneno?

Mientras decía eso, el temblor en las manos de Luana aumentaba. Al reconocer la gravedad de la situación, el temblor continuó.

—N-no, no lo sé.

Pero debe ser veneno. Si no, ¿porque el rey capturado le enviaría eso a la princesa abandonada?

Sería loco que preparara veneno para tratar de matarlo, por eso traté de tirarlo en secreto.

—Es verdad, después de todo, tú también eres de la realeza.

La voz del pavo real se volvió mucho más fría. Pensé que me había acostumbrado a escuchar su voz que se asemejaba a una pared de hierro, pero estaba equivocada. Luana nunca escuchó una voz como esa. Su piel automáticamente se puso de gallina mientras un sudor frío corría por su espalda.

Una mano grande tomó el frasco con veneno. Luego, sin dudarlo, sacó el tapón que sellaba el frasco. El sospechoso líquido violeta tembló y el pavo real se llevó la botella a la boca.

—¡Es peligroso!

Luana se asustó y trató de tomar la botella, pero ya era tarde. Parte del líquido púrpura entró a la boca del pavo real.

—¿Está loco? ¿Por qué bebe esto?

El frasco que antes estaba sellado con algún tipo de veneno, ya no lo estaba. ¿En qué diablo está pensando para beber eso? ¡Incluso cualquier tipo de veneno tienen altos riesgos!

Mi corazón parecía saltar como loco y quería salir por mi garganta. No había otras ocasiones en las que me haya sorprendido de esta manera.

—Soy inmune a la "mayoría de los venenos", por lo que no moriré de repente.

—¡¿Quien es inmune?! ¡Es veneno!

Grite fuerte. Quería golpear al pavo real por estar hablando de una manera muy casual. Sin embargo, no pudo hacerlo y agarró el dobladillo de la ropa del pavo real.

—¿Por qué mueves tu cuerpo de esa manera?

—¿Que?

—¿No escuchaste? Te lo diré de nuevo, ¡deberías acostarte!

Luana gritó y la puerta se abrió inmediatamente para después ver como los caballeros ingresaban a la habitacion.

—¡¿Duque?!

Pero tan pronto como entraron, se retiraron de la habitación.

Tenían que hacerlo. Había una princesa en el suelo y en la cama se encontraba el cuerpo del pavo real recostado.

Además, las ropas estaban esparcidas y desordenadas. El área alrededor de los ojos estaban teñidas de rojo. En ese estado, la princesa se aferraba a la ropa del duque. Por lo que todos los caballeros malinterpretaron la situación.

Libro de Cocina de Luana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora