Hoy se suponia que iba a ser una buena noche, saldría a bailar con mis amigas, tomaríamos algunos tragos y quizas encontraría a un hombre con el cual cogería como una desquisiada. Pero ninguna de esas cosas pasaron. Mis amigas empezaron una estupida pelea en la entrada del bar lo que hizo que nos prohibieran la entrada. Como las odia a veces.
- ¿Enserio tenía que pelear justo ahora? - pregunte
- Ella empezo- Dijo mi amiga Carol a Sara
-¿Yo? Tu eres la que siempre espera que nosotros paguemos por tus cosas. - Contraataco Sara
Y volvieron a pelear, ya me estaba cansada de esta situacion.
- Saben que, jodanse, me voy a casa.
- No, Lina, espera.
Pero yo no iba a quedarme a escuchar sus babosas. Camine unos cuantos metros hasta que pude encontrar un taxi o mas bien el me encontro a mi. Me subi en la parte delantera y le di me dirección. El trato de hacerme conversar pero yo estaba de un humor de perros que podría desquitar con todo el mundo.
Llegamos a mi edificio y cuando quise pagarle la tarifa me di cuenta que no tenía mi billetera, se la había dado a Sara.
- Rayos, he perdido mi billetera y no tengo como pagar.
- JA, ese cuento ya me lo se, entra a tu casa y saca el dinero o tendremos muchos problemas. - Su voz era ronca y profunda, estaba enojado.
- Te lo digo enserio, en mi billetera esta el unico dinero. ¿Podriamos, tal vez arreglar de alguna otra forma?
Cuando dije eso en mi mente no estaba el hecho de que pasaria lo siguiente.
- Bueno, tengo algunas ideas.- Su mano se poso sobre mi pierna y empezo a ascender junto con mi vestido.
El hombre no era feo, tenía una cara redonda, unos largos dedos y quizas un poco de pancita pero no demasiada para sentirme incomoda. Debia admitirlo los gorditos y yo no somos compatibles, pero estaba tan necesitada que termine accediendo.
- De acuerdo, pero aqui no, mis vecinos son chismosos y le pueden decir a mi novio.
Mentira, no tenia novio pero no dejaria que el viera mi casa.
- Por supuesto, se de un lugar.
Avanzo hasta un lote que estaba vacio, no habia mas que pequeñas casas a unos metros, era un buen lugar para estar a solas. Ambos nos bajamos del coche, no me dio tiempo a decir nada cuando el ya se estaba avalanzando sobre mi. Me beso con desesperación y metio su mano en ese punto sensible entre mis piernas haciendome gemir.
- Te mojas muy rapido, eres toda un zorrita ¿a que si?
Pero no podía contestarlo, sus dedos se movían sobre mi interior, los movia en circulos y más hacía dentro, suponía que esto ya lo había hecho antes con otras chicas. Al fin movío la fina tela y me toco piel con piel, sentía sus dedos resbalar mientras tocaba mi clitorías y bajaba hacía mi entrada.
- ¿Quieres que te meta los dedos?
- Si, hazlo.
Entonces metio uno y luego otro y así hasta que tenía tres dedos que entraban y salían, al principio dolian pero despues se sintió riquisimo, saco sus dedos e hizo que los chupara. El sabor salado me acelero más.
Me dio la vuelta y me puso sobre el capo, alzo mi vestido hasta la espalda y me bajo el interior, se agacho y dio dos lamidas a mi bajita que me hicieron temblar y casi gritar de placer. Oi el cierre de su pantalón abrirse y despues la puta de su pene cerca de mi entrada. Agarro un puñado de mi cabello y me embistió su pene me lleno por completo se sentía gruesa y dura.
- Estas tan lubricada que entro rapido, no grites mucho aún hay gente por aquí.
Empezo el mete y saca sin control, primero era lento y luego embestia con fuerza, el golpe de mi trasero con su pelvis era ruidoso y más cuando lo hizo más rápido. Mete y saca mientras jalaba mi cabello y me decía muchas guarradas. Puta, zorra y todo el diccionario completo.
Bajo una de sus manos y toco mi clitoris, me estaba llevando más rapido a mi orgasmo de la noche. No tardo mucho en llegar, mis piernas temblaron y el tuvo que sujetarme para no caer, el me siguio poco despues soltando todo su semen dentro de mi. Salio de mi cuerpo y me obligo a arrodillar.
- Lamelo, zorra, dejalo bien limpio.
Metio su pene dentro de mi. Luego lo tome con mis manos y empece a lamerlo como una paleta, jugando con su punta haciendolo en circulos y luego metiendomela a la boca y succionar. El empujaba mi cabeza hasta casi ahogarme. Salio un poco mas de semen y me lo trague todo.
Esto había terminado yo había tenido al menos una noche de sexo. El taxista me llevo a mi casa y me dio una tarjeta dijo que cuando quisiera podía llamarle. Y si que lo haría, quien no necesita sexo de vez en cuando. En todo el camino juguete con mi centro prendiendome tanto que tuve que tocarme en casa mientras me daba una ducha.