A u d r e y
había días en los que llegaba horriblemente tarde, y otros días en los que llegaba horriblemente temprano. lamentablemente, hoy era uno de esos días en que sucedía lo segundo anteriormente mencionado, phs (Phoenix High School) parecía un desierto a esta hora de la mañana, a pesar de la gran masa de estudiantes que asistía diariamente, cuando mucho unos 15 alumnos se encontraban en la institución.
sabía que era imposible que alguno de los chicos ya estuviera aquí, aún así decidí ir al interior de la edificación a ver a quién conseguía. nunca se sabe.
con pasos lentos logre ir a la entrada para darme cuenta de que los pasillos estaban prácticamente vacíos, nada más habían tres personas que estaban en el lugar. no pude diferenciar quienes eran por la distancia en la me encontraba.
seguí caminando para ver de que personas se trataban, y esperar a mis amigos ahí adentro.
iba mirando el suelo mientras que los audífonos reposaban en mis oídos, ofreciéndome la melodía de una canción de Marina & The Diamonds.
llevaba la mitad del pasillo recorrido, cuando por alguna razón quise levantar la cabeza, tenía la esperanza de conseguirme con alguien que conociera.mis ojos se encontraron con la persona que menos quería ver: Calum Hood.
lo mire rápidamente a los ojos para luego apartar la vista, sentía como el sueño que tenía desaparecía de mi cuerpo y lo único que quería era salir corriendo.
aparentemente, él se dio cuenta de eso, porque cuando estaba a punto de darme la vuelta a la dirección contraria, sentí su mano tocar mi hombro.
"no tienes que huir de mí, Audrey" susurró lentamente.
imágenes de lo que había pasado se reprodujeron en mi cabeza, haciéndome sentir enojada al instante.
"no quiero hablar contigo, déjame en paz" le respondí, ácidamente.
pasó su brazo por mis hombros, obligándome a estar a su lado, la única cosa que quería hacer era golpearlo.
estaba a punto de abrir la boca para preguntarle que demonios estaba mal con él, cuando su voz me interrumpió."quería pedirte perdón por mi tonto comportamiento, de verdad lo siento" dijo suavemente.
"¿en serio?" pregunte yo, un poco sorprendida por su actitud, sintiendo como una pequeña sonrisa nacía en mi rostro.
"por supuesto, pero fui sincero contigo" fruncí el ceño, no entiendo lo que estaba diciendo, ¿qué quería decir con eso? "me refiero, a que tus caderas son grandes, gordas, tu entiendes" hablo una vez más al ver mi expresión, respondiendo la pregunta que se había formulado en mi cabeza.
sentía una rabia inmensa fluir por mi cuerpo, ¿por qué tenía que decir semejante estupidez? había arruinado el momento, el siempre lo arruinaba todo.
con toda la fuerza que pude, le di un gran empujón y salí corriendo.
corría lo más rápido que mis piernas me permitían mientras me daba cuenta que más alumnos habían llegado, y me veían como si estuviera loca. agradecí internamente al cielo el no reconocer ningún rostro, lo que quería decir que ninguno de mis amigos había llegado.
estaba enojada, demasiado, quería llorar de la rabia que tenia, quería golpear a alguien, quería gritar.
cuando pase por la gran puerta de salida/entrada de la secundaria, escuche al señor Jhon, el portero, gritándome "hey muchacha, a donde vas" pero lo ignore completamente y seguí corriendo, sentía que a mis pulmones les faltaba aire pero no estaba dispuesta a parar.