[EN PAUSA] ɪɴᴛᴇʀɴᴇᴛ | PERXIPLAY

VII. ¡Sorpresa!

El pelinegro se encontraba en su habitación, desde hacía un tiempo que quería ir hasta Valencia para conocer a su amigo. El problema era el tiempo, ya que casi siempre estaba ocupado trabajando o haciendo cosas de adultos como él decía pero se acercaban las vacaciones de invierno y era una buena excusa para poder irse.

Tenía organizado todo para el viaje, lo que no sabía era como decirle a su amigo o si simplemente llegar y decirle que esta en una ciudad la cuál no conoce muy bien. La segunda opción era mejor a decir verdad.

VII. ¡Sorpresa!

Habían pasado tres días desde la última vez que hablo con Perxas, y no le había dicho nada de lo que estaba planeando, sólo lo dejo con la duda.

Una vez que bajo del tren, busco algún banco donde sentarse y mando el mensaje.

No sé en donde estoy, pero creo que tú podrías conocer el lugar.

Una vez mandando eso, mando su ubicación, estaba nervioso y ni siquiera entendía porqué.

El pelirrojo estaba fuera de casa, era uno de esos viernes donde no tenía nada que hacer, no cocinaba y no jugaba y prefería comer algo fuera. Hasta que sintió su celular vibrar, antes de entrar a ese McDonalds vió que era un mensaje de Auron. Tan pronto como vió la ubicación se sorprendió y no dudo en marcarle.

—¿Qué pasa perraco? —Su amigo reía.— ¿Entonces me vas a ayudar o no?

—¿De verdad estás aquí? —Parecía un niño pequeño haciendo una pregunta obvia, pero necesitaba saber que era real y no un sueño.

—¡Pues claro! Te dije que tenía una sorpresa, y esta es mi sorpresa, Perxas.

Desde el otro lado de la línea se escuchaba un pequeño sollozo, no era de tristeza era de alegría, pero a veces esa era su forma de expresar lo que sentía en ese momento.

—No llores Perxas, vamos, ven a buscarme que de verdad no conozco este lugar.

—Esta bien, sólo espérame un poco.

—Vale pero no tardes más guarro.

El pelirrojo entró al local, pidiendo lo mejor del menú que había. Ya que no había cocinado nada, podría comer esto con Auron ya que sabía que le gustaba comer mucho ahí.

No tardo tango en llegar, Raúl se encontraba en la banca aún hasta que su mirada se poso en aquel chico alto que estaba enfrente de él con una bolsa de comida rápida. Primero lo observó bien, claro que era su amigo pero nunca creyó que era tan alto, a lado de él se sentía muy bajito.

—¿¡Por qué no me dijiste que eras tan alto?!

—¿¡Y tú porque no me dijiste que eras tan bajito y que tenías tatuajes?!

—¿Eh? —El pelinegro miro su brazo, pensó que le había dicho a su amigo pero al parecer no.— No lo sé, según yo si te dije.

—¡Pues no! —Tomo asiento y lo miro, para acto seguido darle su regalo improvisado.— No pensé que vinieras de sorpresa y no cociné nada pero te traje hamburguesas.

Auron sonrió, su amigo tenía una vibra tan calmada, estar con él era como si todo lo malo que le pasaba y pasó desapareciera. Sabía que el pelirrojo era una persona muy amable y considerada con sus amigos, y eso pudo notarlo en cuanto lo miro llegar con la bolsa.

Se maldijo por no haber traído algún regalo pero eso no parecía molestarle al otro, ya que con su simple presencia se notaba lo feliz que estaba.

—Cuanto... —Dudo en si preguntar o no, pero necesitaba saberlo.— ¿Cuantos días estarás aquí, Auron?

—¡Una semana! —El pelinegro grito con emoción pero sólo para que el otro escuchara.— Estuve buscando donde hospedarme y para no darte problemas encontré un pequeño hotel, así podemos salir y me enseñes todos los lugares que quieras.

—Podrías quedarte en mi casa, yo no tengo ningún problema con que estes, de verdad.

—¿Estas seguro Perxas? —El menor lo miro con curiosidad.— No he reservado nada porque quería hacerlo llegando, pero quiero que estés totalmente seguro de ello.

Dudo ante la pregunta, claro que quería que se quedará en casa con él pero si su amigo considero varias cosas debería dejarlo, aún que lo mejor que podía hacer era callarse y decirle que él escoja.

—O puedes escoger tú, yo no tengo ningún problema con la elección que hagas. —Diciendo aquello le dedico una sonrisa cálida y de sinceridad la cuál su acompañante noto.

—Me quedaré contigo, porque eres mi mejor amigo y eres un tío muy amable.

Dicho aquello el pelinegro abrazo al mayor, ya que desde que empezaron a hablar no se habían chocado ni las manos o dado un saludo, y esta era la forma de decirle que estaba feliz de por fin conocerlo en persona.

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¡Feliz navidad gente! Les traigo capítulo nuevo y espero que les guste mucho. uwu

Estaba viendo si ponía separadores y no una simple linea, pero no sé como hacerlos o donde encontrar, si alguien sabe sería muy feliz.

Bueno eso es todo, adióoooooooos nos vemos luego, tkm. <3