una semana a solas; noren

• ᴡᴇᴅɴᴇꜱᴅᴀʏ •

Por fin, era miércoles. Renjun estaba empezando a sentir que los días estaban pasando rápido, eso era bueno; suponía él. No quería ver a Jeno, pero no podía resistir a querer volverlo a ver sin camisa, era jodidamente sexy. Se maldijo por haber hecho esa travesura ayer. La curiosidad mató al gato.

No sabía si Jeno también tenía interés en hablarle, entendería perfectamente si no le quería dirigir la palabra. Si el fuera Jeno, haría lo mismo.

Necesitaba contarle a alguien lo que estaba pasando, no podía solo con esto, así que llamó a Mark, en busca de ayuda.

Agarró su celular y lo llamó. Vaya que tardó en contestar, se notaba que la estaba pasando de maravilla en Miami.

Aló, ¿Mark? ¿Me escuchas bien? – dijo el menor –.

Si Junnie, ¿Pasa algo? ¿Qué te hizo Jeno? – Mark tenía un trauma con eso, juraba que Lee iba a matar a Renjun –.

Mmm... bueno... él no me hizo nada... – habló con un nudo en la garganta –.

¿Entonces? – el canadiense no entendía muy bien la situación –.

Yo le hice algo a él... – con solo recordar lo que vio ya estaba hecho un tomate, otra vez –.

¿Qué hiciste? – Mark ya estaba muriendo de la intriga –.

Eh... no te molestes, por favor... – Renjun estaba avergonzado por lo que le iba a decir a Mark –.

Dilo.

Espíe a J-Jeno mientras se cambiaba en la sala de baile... y él se dio cuenta... – logró decirlo, a duras penas –.

Renjun, ¿Y qué te dijo? – Mark se estaba quedando sin palabras, sospechaba que Renjun era gay, pero esto fue demasiado –.

Mark... m-me gusta Jeno... – dijo casi susurrando, le daba miedo que Jeno escuche su confesión –.

¿Hace cuánto, Renjun? – Mark estaba siendo demasiado preguntón, cosa que incomodaba a Junnie –.

Hace unos 3 meses... calculo... – Renjun tenía las mejillas sonrojadas, sus ojos brillaban y su voz sonaba ligeramente quebrada – Hyung, cuando Jeno se ofreció a quedarse conmigo, tenía miedo... porque sé que luego de esta semana las cosas no serán igual...

Renjun, no te preocupes. Si te sientes mal, o si pasa otra cosa. No dudes en llamarme.

Esta bien... Cuídate – fue lo último que dijo el menor antes de colgar –.

Faltaba muy poco para las dos de la tarde, moría de hambre. Pero no tenía el valor de llamar a Jeno y decirle que tenía hambre. No comía nada desde el almuerzo de ayer.

Jeno estaba en su habitación, el muy fresco acababa de despertar, sin darse cuenta que había dejado a Renjun sin comer por casi 24 horas, que desastre era Jeno como "niñero".

Jeno fue casi a la velocidad de la luz a ver qué podía cocinar. Habían ingredientes suficientes como hacer preparar pollo frito con miel. No dudaría que Renjun lo disfrutaría mucho.

Tardó muy poco en freír y aderezar el pollo, de último momento decidió añadir un té de manzana, se sentía orgulloso de si mismo, parecía un almuerzo de lugar lujoso; y no solía cocinar seguido.

Jeno antes de tocar la puerta para entregarle el almuerzo a Renjun, se le ocurrió una estupidez, pero le serviría de mucho para aclarar algunas dudas.

Se quitó la camiseta, quedando solo con unos shorts negros que llegaban a las rodillas, con finalidad de ver qué tan nervioso se ponía Renjun al verlo. No podía creer que haría esto.