Capítulo 12 (El Nuevo Reinado De Nueva Orleans)

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Klaus evito todo lo que resto del día a Caroline, el rubio se sentía demasiado dolido por la traición de sus hermanos, no tenía cabeza para pensar en todo le provocaba Caroline. Era confuso he inexplicable, todo lo que sentía cuándo estaba a su lado. Que comenzaba temer que Camille tuviera razón.

Al amanecer decidió organizar un desayuno con los hombres de Marcel, para informarles del cambio de poder. Klaus le pidió a Caroline que asistiera, quería que todos la conocieran, y que la rubia se sintiera libre por fin.

Todos se encontraban en el patio, sentados en la gran mesa, Kluas en la cabecera de la mesa, al igual que Caroline del otro lado del otro lado, y Marcel a la derecha de klaus. El rubio se levantó de su lugar, y sonó su copa.

-Un brindis señores, por nuestra nueva alianza. -Klaus hizo una señal indicando que sirvieran los meseros las demás copas, a excepción de Caroline a quién sirvieron jugo- Por nuestras futuras victorias, y las derrotas también.

Marcel levantó su copa y sonrió, tal y como le había pedido Rebekah, debía hacer lo imposible para sobrevivir en los planes de klaus. Miro por breves instantes a su ex mano derecha. Quién se rehusaba a brindar, ninguno de sus hombres estaba de acuerdo con que klaus se hiciera cargo del negocio.

-por mi ciudad, mi hogar recuperado. Que el dinero jamás deje de fluir. -Continuo el rubio

-Y que la fiesta jamás terminé. -Completo Marcel.

-Por Nueva Orleans -Finalmente dijo uno de los hombres.

-Yo entiendo que algunos de ustedes tenga preguntas acerca del reciente cambio de poder. Los eh invito aquí este día para asegurarle que no están derrotados. Mis intenciones son continuar y preservar lo que tenemos. Lo que Marcel de hecho se adueñó. -Klaus se poso detrás de Marcel, y palmeo su hombro- y lo convirtió en esto. Una verdadera comunidad.

-¿Dónde encaja la niña bonita? -Pregunto uno de los hombres, de inmediato todos miraron a la rubia, quien se removió en su lugar incómoda por todas las miradas.

-Si me dejarás terminar Diego, Sabrías que por supuesto que hay otro tema que me gustaría discutir. -Respondió klaus, y se poso a lado de Caroline- Ninguno de ustedes lo sabe, pero la niña bonita como acabas decir. Tendrá a mi primogénita. Así que les pido que todos le muestren el debido respeto que merece.

Caroline sonrió internamente al saber que ya no era un secreto, ni su hija ni ella. Ambas eran reconocidas y protegidas por klaus.

-Su confianza la tendré que ganar. Así que comenzaré con algo que se, los incomodaba desde hace algún tiempo. Una de las raíces de su ansiedad. Tienen carta abierta para ir recuperar el territorio del pantano. Así que coman, beban, sean felices. Y cuando terminen asesinen todos lo que se opongan. ¡Salud!

Caroline se tenso, no quería que nadie muriera, mucho menos gente del pantano, no cuando Tyler había dicho que ellos eran los únicos que sabían que había pasado con su familia. Si ellos morían, todo su pasado moriría con ellos.

Cuando el desayuno termino, klaus subió hasta el estudio, y Caroline detrás de él, azotó la puerta cuando entro.

-Veo que no amaneciste de buenas, -Bromeo el rubio.

-La gente que mandaste asesinar, sabe quién es mi familia.

-No los necesitas amor, ya tienes una nueva. -Le recordó- La verdad, la gente que buscas no te hecho mucho bien, ¿Verdad?. Lo dijiste tu misma te abandonaron, te dejaron sola. Ahora es tu turno de simplemente dejarlos en el pasado.

-Tal vez tenían sus razones.

-Si pues yo tengo mis razones amor. Intento mantenerte a salvó. Aún que no aprecies el esfuerzo.

Se puede amar -Klaroline- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora