Capítulo 9 (El árbol envenenado)

322 29 6
                                    





Habían pasados dos días desde que Elijah había vuelto, Klaus trato de disculparse con su hermano, pero Elijah se negaba, klaus le llevo una chica para que su hermano se distrajera, y así dejara de ver a Caroline, pero como era de esperarse el peli negro, había ignorado a la chica, la cuál se emborrachó, y se quedó dormida en la sala, ignorándola, ninguno de los dos había hecho nada por sacarla de ahí, ahora leían en cada extremo sala, a Elijah se le ocurrió poner algo de música clásica, con la esperanza de que la chica ebria despertará y se fuera de ahí, pero al parecer había tenido el efecto contrario. Rebekah entro a la sala, y miro molesta a sus hermanos.

-¿Leer es lo que hacen, después de todo lo que pasamos para recuperarte a Elijah?. -Les pregunto molesta.

-La lectura edifica la mente hermana. -Respondió Klaus, sin mirarla. -¿No es así Elijah?

-Es cierto, Niklaus. -Respondió sin despertar los ojos de su lectura

-¿Y quién es ella?

-Una ofrenda de Paz.

-Pensé que después de mucho tiempo, encerrado, no le vendría mal un poco de diversión, a mi querido hermano mayor.

-Le expliqué a mi hermano menor, que Prefiero un Cambio en su comportamiento que indique arrepentimiento y crecimiento personal. No está tontería.

-Pero sería un gran desperdicio, si no toma la oportunidad en cuanto despierte. -Sugirió divertido klaus. Rebekah se acercó a la chica y la miro con desagrado.

-Supongo que sacaré la basura, porque está manchando una alfombra de doscientos años de antigüedad. -Les informó, levantando a la chica, Elijah miro a la alfombra, para comprobar lo que su hermana había dicho. Había vino tinto regado.

-Oh si.

Klaus continúo leyendo su libro de poemas, pero se detuvo cuando vio pasar a Caroline comenzaba a notársele su pequeño vientre con la pijama que llevaba, Lucia encantadora, vestida así. Iba rumbo a la cocina, la rubia se detuvo unos segundos, para mirar a ambos hermanos, cuando sintió la tensión de la sala. Decidió continuar su camino. No quería provocar un problema entre ellos, además de que no había hablado con Elijah desde la noche que le dio una bofetada. El peli negro se levantó y fue tras ella. Klaus se contuvo para detener a su hermano, detestaba que fuera tras ella. Pero no quería generar más problemas de los que ya tenía con su hermano.

Elijah entro a cocina, dónde Caroline se quejaba por la falta de leche en el refrigerador.

-Hola -Saludo la rubia, cuando sintió la presencia de Elijah, Rebekah entro por la puerta del jardín, y miro curiosa a ambos.

-Oigan se que soy, la única en esta casa bebe leche, pero alguno de esta casa puede ver qué este en la lista de compras. -Pidió Caroline.

-Hablando de eso agrega claro. -Respondió Rebekah, tomando un paño y una botella de desmánchate, para luego salir rápidamente de ahí.

-Espero que mis hermanos hayan sido hospitalarios contigo, mientras no estuve. -Pregunto Elijah

-Mientras no estuviste, así como tú dices, lo cual es la forma de decir que tú hermano te ofreció como ofrenda de Paz. Yo fui atacada por la gente de Marcel, tuve que vivir y adaptarme en una casa con calabozos secretos, lleno de celdas, y casi me vuelven a matar las brujas. Las cuales están convencidas de que mi bebé, es lucifer. -Le contó brevemente, Elijah tomo un tazón, y vertió cereal, abrió el refri y saco dos embaces, uno con jugo y otro con leche. -Me gusta, han sido buenos, tus hermanos han sido protectores y se que tengo que agradecerte por eso. -Confeso Caroline, mientras observaba a Elijah vertiendo la leche en el tazón de cereal.

Se puede amar -Klaroline- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora