Capítulo XII.

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No puedo creer lo que me está diciendo. Sé que por lo menos terminaré este año aquí,  pero no me quiero ir.  Y no puedo creer que me haga esto. Nos vinimos de Madrid a Londres por su maldito trabajo. Y acepté con la condición de no mudarnos más. Y aquí estamos. Otra vez, en la misma situación.

-¡No papá! ¡Te irás tú! ¡Yo no me pienso ir a ningún sitio! ¡Sí mama estuviera aquí me apoyaría! 

-¡Pero no está Lilian! ¡Asumelo! ¡Mama se ha ido y no va a volver!

-¡Nunca lo asumire! ¡Mama no se ha ido! ¡Ella está conmigo!  ¡Me lo prometió! ¡Prometió que nunca se iría y que tu cuidarlas de mí!

-¡Eso intento Lilian! ¡Lo estoy haciendo lo mejor que puedo! No es fácil, ¿entiendes?

-¡¿Y crees que es fácil para mí?! Tras la muerte de mamá, ni si quiera me mirabas. ¡Diablos! ¡Estuviste una semana casi sin hablarme!      

-¡Lo siento! ¡Lo siento muchísimo! Hago todo lo que puedo!

-¡Te perdone aquello! ¡Te lo perdone! ¡Y acepté venir aquí!  ¿Y  ahora me quieres llevar a California? 

-¡Pero terminarías tu año aquí! ¡Nos iríamos después de la graduación!

-¡Ya soy mayor papá! ¡No puedes decidir por mí! ¡Asumelo!

Dando un portazo salgo por la puerta de casa. Mi vista se nubla por las lágrimas acumuladas en mis ojos.

¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Sin pensarlo dos veces decido llamar a Harry. Al cabo de unos minutos él está recogiendome en la cafetería de al lado de mi casa con su coche blanco.

¿Por qué no puedo parar de llorar? Quiero decir, ¿Por qué siempre tengo que llorar por todo?

Siento una rabia muy grande hacia mi padre, pero hay una vocecita interior que me dice que él no tiene la culpa de lo que le pasó a mamá y que lo hace lo mejor que puede. ¿Debería hacerle caso? 

Miro la hora en el reloj del móvil.

16.00.

A las seis comienza el entrenamiento de las animadoras. Aún que no tengo muchas ganas de ir, se lo prometí a Emily. Supongo que para entonces se me habrá pasado todo este malhumor y tristeza que siento ahora mismo. Harry no ha dicho nada durante todo el trayecto. Nos encontramos subiendo por el ascensor hacia su casa. Vive en un ático. Harry abre la puerta y le sigo cuando entra.

-Allí está el baño --. Dice, señalandome una de las puertas. Asiento y me dirijo hacia allí. Me miro al espejo y veo mi triste reflejo. Tengo toda la cara roja y mojada de las lágrimas. Y el pelo despeinado. Me enjuaga la cara con agua y me recojo el pelo en una coleta alta.  Respiro hondo y salgo. Encuentro a Harry sentado en uno de los taburetes de la cocina, y me siento a su lado.  Tiene una casa bastante grande. Las paredes son de un naranja clarito sin alguna decoración. Tiene dos habitaciones. El salón es bastante grande y me encanta la mesa de madera que está en medio.

-¿Qué ha pasado? --. Pregunta,  mientras me tiende un vaso de agua.

-Me he peleado con mi padre. --Respondo.

¿Debería contarle lo de California?  

-¿Sobre qué? 

Sí.  Debo contárselo.

 

-Le han trasladado a California

-¡¿Qué?! ¿¡Te vas?!

-¡No! Le han trasladado para el año que viene. Terminaría aquí este año y el que viene empezaría allí la universidad.

-¿Y tú quieres? ¿Quieres irte?

-No.

-¿Por qué no?

-Aquí es el único lugar donde he conseguido hacer amigos. No sé cómo ha pasado, simplemente sé que aquí soy feliz. O al menos estoy en proceso de serlo. Tengo una amiga y estoy ayudando a su equipo de animadoras a montar una coreografía.  Acabo de entrar en una banda sin nombre y un chico me ha dicho que le gusto ¡Y por una vez mi también me gusta él! ¡Es más de lo que me había pasado en toda mi vida! ¡No quiero irme!

-¿Has dicho que tu amor es correspondido?  -- Dice Harry atónito. 

Oh no. ¿Qué acaba de pasar? ¿Por qué he tenido que decir eso? 

-Yo.. Sí,  eso he dicho.

Entonces, se acerca a mí lentamente y noto sus labios contra los míos. Pasa una mano por mi cintura y la otra por mi pelo. Siento un cosquilleo que me sube desde los pies hasta la cabeza.

Cuando nos separamos puedo notar mis mejillas ardiendo.

-Me tengo que ir  --.  Digo, mirando el reloj del móvil. --. Son las 17.15 y no voy a llegar a tiempo al entrenamiento y Emily me matará y..

-¿Puedes dejar de huir?!

¿Qué?

-¿Qué? 

-¡Ya me has oído! ¡Deja de huir! ¡Has dicho que te gusto, nos hemos besado y ahora te quieres ir! ¿Cuál es tu problema?

-¡Mi problema es mi padre y su maldito trabajo! ¿Quieres estar con alguien que se va a ir  en unos meses?

-¡Sí! ¡Deja de preocuparte tanto por el futuro y deja que las cosas fluyan!

-¡No es tan fácil!

-¡Claro que lo es!

-Tu no conoces a mi padre.

-A veces en la vida solo necesitas 20 segundos de corage para hacer lo que quieres hacer. Sólo 20 segundos. ¡Utiliza tus 20 segundos para hacer lo que tú quieres hacer no lo que tu padre quiere que hagas!

-¿De que estas hablando? ¡Yo decido por mi misma!

-¡Eso no es verdad!

No puedo seguir aguantando esto.

¿Cómo he llegado a esta situación?

Bajo las escaleras de dos en dos lo más rápido que puedo.  En seguida oigo la puerta abrirse y cerrarse de nuevo, y a Harry bajando aceleradamente los escalones detrás de mí. Afortunadamente para mí consigo bajar las escaleras y salir del portal antes de que él llegue a abajo. Miro hacia los lados un milisegundo para decidir hacia donde ir, cuando decido ir hacia la derecha, hecho a correr y me paro en la esquina siguiente.

Lo he despistado.

Vuelvo a casa, y sin decir una sola palabra subo a mi cuarto.

Las palabras de Harry no dejan de repetirse en mi cabeza.
"20 segundos de corage" "20 segundos" "Haz lo que tú quieras hacer"

Sacudo la cabeza y me centro en cambiarme de ropa. Me pongo una sudadera de Nike y unas mayas negras, y las zapatillas de deporte.  Cojo el móvil y las llaves Y salgo. Ni si quiera he visto a mi padre cuando he entrado. Cuando salgo, Emily me está esperando en la puerta de casa.

-¿Vamos a comprar maquillaje? --. Me dice con una sonrisa.

-¡Claro!   

Decido no contarle nada acerca de Harry ni California. Ya he tenido demasiado drama por hoy y prefiero archivar el tema,  por lo menos hasta mañana. Emily me lleva a una tienda que está repleta de maquillaje y perfumes y cosas para arreglarse. Me aconseja sobre que color pegaría más con mi piel y le hago caso ya que yo no tengo ni idea. Al final, salgo de allí con una lápiz de ojos negro, dos rimels,  un colorete y una base de un color un poquito más oscuro que mi piel. Guardo la bolsa en la mochila de Emily ya que yo no he traído la mía y nos ponemos rumbo hacia el instituto.

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Hola chicas!!!! Volví por fin! Antes que nada, gracias por comentar y haber llevado llegado a 20 votos, quierooooo!!! Pero necesito que esos veinte votos vuelvan a este cap. Hasta que no llegue, no subiré.  Sorry.
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Gracias por leer! xx

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