Hermione seguía aprovechando los momentos libres para escribirles a sus amigos.
Se había acostumbrado a preparar sus cartas en la noche, porque ahora su amor, se había encaprichado con dejar la puerta abierta de la habitación y pasearse desnuda como si nada.
La castaña había pensado varias veces en traspasar las barreras y largarse a toda velocidad a la primer discoteca que encontrara. "Muggle" o no "Muggle", eso daba igual. Así poder descargarse con cualquier chica que se le cruzara, pero se había contenido pensando que nadie la completaría. Quería sólo a una persona y esa persona, terminaría enfermándola si seguía mostrándose como vino al mundo.
Bella estaba ganando la pulseada y a ella no se le ocurría nada para revertir la situación.
¡Hasta esa tarde!
Cerró de golpe el libro que estaba leyendo, recostada en el sillón del living y se sentó sonriendo.
Lo tengo. ¿Cómo no se me ocurrió antes? "Es muy arriesgado", se dijo con su ceño fruncido, pero... ¡Lo haré! ¡Me emborracharé! O mejor dicho, fingiré estar borracha, aunque...tendré que tomar algo para disimular... ¡Bien! Tomaría vino porque el Whiskey le revolvía el estomago, con tan sólo mirarlo. ¿Y luego qué? ¿Estoy borracha y qué hago? Bueno... ya veré, primero lo primero y eso es buscar en la alacena vino blanco.
Bella no se iría del patio hasta entrada la noche, eso le daba tiempo suficiente para su cometido.
El reloj sobre la estantería marcaban las ocho, y la botella apoyada en la mesa le faltaba tan sólo un cuarto para estar vacía.
Se encontraba mareada, pero con sus cinco sentidos o eso creía. Era el momento. Se empinó la bebida una última vez y se levantó.
— ¡Opaaaa!—se rió de sí misma—. Creo que se me fue la mano... ¡un poquito!—con pasos cortos, llegó hasta el pasillo—. Aquí voy, amor.
—BELLLAAAAAA—empezó a los gritos pelados—. Bellaaaa eres la más Belllaaaaa, jua, jua, jua. ¿Entendiste? Bella, por Bella—esto es demasiado... gracioso. Efectivamente estaba más borracha de lo que pensaba.
— ¿Pero qué...?—Bellatrix entró rápidamente a la casa y vió a Hermione sentada sobre la mesa ratona, llorando de la risa, tomando... ¿vino?—. ¿Estás Borracha?—indagó incrédula.
— ¡No, manzana!—contestó abriendo mucho sus ojos y con sus brazos en jarra.
—Eres una mocosa estúpida ¿Lo sabes, no?— ¿Y ahora qué haré? Sí la dejaba sola, capaz destrozaría la casa o se partía la cabeza con algún mueble ¿Y desde cuando te importa si la niña muere?
La miró un momento y vió que se estaba por caer de la mesa. Al fin de cuentas, Granger sí la había cuidado cuando ella estaba en las mismas condiciones ¿Le tendría que devolver el favor? ¿Qué es lo que te está pasando, Bellatrix?
—Sí, pero soy una mocosa biennnnnnnn HOT—le dijo subiéndose a penas la remera, haciendo que bailaba.
—Sí..., para un demente—se burló la azabache a unos metros indecisa de lo que haría.
—Tú eres una demente—frenó su baile y volvió a agarrar la botella con intención de seguir bebiendo.
¡Ups! La había pillado—. Tienes toda la razón, soy una demente—se acercó y le quitó la botella de los labios, provocando un sonido de cupón—. Y como soy una "demente peligrosa"... me harás caso en todo lo que diga, ¿me entiendes?—le habló a centímetros de su cara, con el rostro endurecido.
—Sí, mami—susurró con media sonrisa. ¿Mami? Hermione, ahora ya sabes qué el vino blanco te da vuelta, apenas pudo razonar.
¿Mami? Había sentido una corriente en la boca de su estomago y para su desgracia, esa simple palabra le había, ¿gustado? No lo podía creer, la maldita cría estaba ganando. "Mami" sé repitió. Y después de analizarlo, le gustó la idea que la llamara así.
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Mi inesperada familia del corazón
RandomBueno, no mucha. Mujer/Mujer. Alguna escena perdida de violencia y poco lenguaje inapropiado...bastante suave. Esta historia es Bellamione