❝B A R L A D Y❞ [HUSK x TÚ (OC)]

❝12❞

|Disfruten a la pulguita narrando|

Durante hace unos días, cuando T/N se mudó, me encontraba maravillada al saber que ella me había dejado que le ayudara con el orden, aseo y la remodelación de su habitación. Claramente, el lugar, no se miraba muy aseado y le hacía falta aquel toque femenino.

Ella se miraba tranquila con su nuevo hogar, pero Alastor no se encontraba del todo de acuerdo al saber quién era el dueño de aquel departamento.

Alastor y T/N compartían cierta «relación» muy extraña y ambivalente para mí. ¡Se me era difícil a veces no espiarlos cuando hablaban a solas! Podía sentir el peso del ambiente. La incomodidad de ella al estar sola con Alastor, sabía que estaba mal que lo hiciera, que los espiara, oh, ¡pero la curiosidad me mataba al doble!

Y hace poco, cuando Alastor, Husk y yo conocimos la habitación, Alastor nos había pedido que lo dejáramos a solas con T/N, algo que, bueno, no le dio muy buena espina a Husk cuando nos encontrábamos por los pasillos de aquel departamento.

—«¿De qué crees que estén hablando? —me había preguntado Husk algo serio, mientras yo mataba a unos bichos que había en los rincones con una aguja.

—«Hmm... Conociéndolos bien... Alastor le debería estar diciendo de que esto no era necesario y T/N debería estar diciéndole que se puede defender y blablablá, o quizá cualquier cosa personal. Siempre tienen algún tema de que hablar —dije, con una pequeña sonrisa—. Me gustaría espiarlos ahorita, pero, si me pongo cerca de la puerta, estoy segura de que no podré escucharlos —ellos habían quedado por la cocina, estaban lejos de la entrada.

—«Esos dos son unos raros, y más Alastor.

—«¿Y uno de esos raros te gusta, cierto? —le dije, con intención. Él solo bufó, mirando hacia otro lado, pidiéndome que no le jodiera. Amplié una pequeña sonrisa risueña ante su expresión. 

¡¿Por qué él no se dejaba querer?! ¡Necesitaba, necesitaba ver a una pareja en este grupo! ¡Este grupo necesitaba más romance! ¡Acción!

Habían pasado unos minutos en silencio y entretenidos para mí, mientras aniquilaba a esas pequeñas mugres, ni cuenta me había dado cuando T/N estaba conmigo.

—«Oye, Niffty, vuelve al Infierno —me llamó ella, estando inclinada a mi lado, con una pequeña sonrisa.

—«¿Eh? ¡Oh, qué descortés de mi parte! No me fijé que estabas aquí —dije, apenada.

—«Tranquila. Sé que estás entretenida con esas cositas —señaló mi aguja que estaba un poco sucia con sangre. Diablos, ¡tenía que limpiarla!—. Creo que puedes encontrar más entretenimiento en la habitación».

Ella me llevó a su habitación, ¡y vaya que sí había muchas cosas que hacer! ¿Y quién mejor que yo para hacerlo?

Un momento me di cuenta que Al y Husk no estaban; pregunté por la ausencia de ellos. Ella me dijo que se habían ido y solo lo dejé así.

Así habían sido los días siguientes: ordenando, limpiando, quitándole gran parte a mi amiga en cuanto al aseo. Solo podía llegar a admirar cuando yo la miraba mover una cosa pesada con tanta facilidad.

Incluso yo seguía y seguía ayudándola hasta quedarme sin energía y quedarme dormida en la cama que ella había comprado. Era bueno, hace años que no habíamos tenido aquella linda conexión y no digamos cuando ella me cargaba sobre sus hombros para que yo alcanzara los lugares que se me dificultaban.