sálvame ; ecko

n u e v e

▪︎"Sólo sálvame"▪︎.

Ignacio;

Por mí mente solo veía pasar los mejores recuerdos de mí vida, nada más.
Cuando conocí a Wendy, cuando me presentó a sus padres, mi primera competencia en el quinto, mi primer viaje fuera de Argentina gracias al freestyle, mi primer canción y videoclip, mi primer show en Argentina y fuera de Argentina, y así sucesivamente.

Desde el momento del disparo asimile que no iba a salir vivo de ahí, pero igualmente rogaba que aparezca Wendy a salvarme, solo quería mirarla a los ojos, decirle cuanto la amo y también pedirle que solo me salve, pero es inútil ya a ésta altura.
Me dispuse a disfrutar de lo único que podía hacer en ésta situación, ver los recuerdos que pasaban por mí mente una y otra vez.
No podía mover los brazos, las piernas, la cabeza, no podía hablar, no podía ni abrir los ojos, no podía hacer nada. Estoy en coma, y lógicamente, no voy a salir.

El recuerdo que más pasaba por mí mente era de los domingos con mí familia y obvio Wendy, ése era mi lugar felíz. A mí no me importaba ni la plata, ni las amistades, ni los shows, nada; Para mí la felicidad eran los domingos familiares, mí mamá y mí abuela mostrándole a Wendy mis fotos de chiquito y ella cargandome, ellas tres cocinando y riéndose juntas, escuchando los adelantos de mis canciones y diciéndome lo orgullosas que estaban de mí, de como crecí, del hombre en el que me convertí. Para mí, éso era felicidad.

Y como era de esperarse, Wendy está en cada uno de ellos, comencé en el quinto y ella estaba ahí, cuando grabé mi primer tema, cuando di mi primer show, absolutamente en todo momento ella estuvo ahí conmigo, sea bueno o sea malo, ella nunca me soltó la mano.
Así como di mi vida por ella, la daría mil veces más. Tengo muy en claro que mi propósito en la vida era amar a Wendy, hacerla feliz, lo cumplí el tiempo que pude, ahora me estoy yendo y ya ni siquiera era mi novia, pero llegué a decirle cuanto la amo por última vez.

Ya los recuerdos eran cada vez más borrosos, se iban tornando a ser una luz blanca, con un camino, en el cual me estiraban una mano.
Era mí hora, llegó la no tan esperada hora. Hasta acá llegué.

wendy;

Estaba durmiendo y sentí que se levantaban de golpe, miré y estaba Ignacio transpirando, la fiebre lo estaba matando. Cuando me refregue los ojos y pude verlo bien, estaba llorando, me asusté y me acerqué más para poder abrazarlo. Él no dijo nada, solo se aferró muchísimo a mí, nunca lo vi llorar tanto ni tan agitado.

Wendy: Amor, ¿Qué pasa?.

Ignacio: Si alguna vez te lastime te pido perdón, nunca me dejes, no me sueltes. Salvame siempre que puedas, ¿Sí?.

fin...