Ya era la noche de víspera de navidad, los habitantes de Bahía Aventura celebraban en sus casas con su familia y amigos.
Mientras que, en el cuartel, algunos trataban de ver que las cosas estaban tranquilas, y otros se quedaban mirando por las ventanas pensando en el pequeño cachorro dálmata.
Después de una larga espera Ryder y los cachorros se decidieron a sentarse junto a Dulce que estaba mirando la ventana esperando distinguir alguna señal de sus amigos del polo norte.
Chase: Dulce, ¿crees que Marshall esté bien?
Dulce: No lo sé, pero creo que sí, él al igual que todos nosotros, es muy listo, podrán arreglárselas para pasar el mundo entero sin la estrella del norte, espero
Ryder: Y espero que todo les vaya bien
Rocky: Cualquier cosa que salga mal y podrían perderse y se arruinará todo
Dulce: Ciertamente, pero seguro lo tienen controlado, espero
Mientras tanto con Marshall, él seguía liderando el vuelo alrededor del mundo, ya habían recorrido un poco más de la mitad, y todavía no encontraban a Dulce.
Marshall: ¿Nada chicos?
Silver: Nada
Charity: Yo tampoco
Santa: Seguro la encontraremos, aún falta muchos lugares del mundo qué recorrer
Jengibre: Cierto, pero quién sabe con qué nos vayamos a topar en el camino
Baxter: Creo que estamos a punto de averiguarlo
Entonces el trineo siguió volando a través de las nubes, y pronto una fuerte ventisca ártica golpeó al trineo con toda su fuerza y el trineo se descontroló, la tormenta acababa de empezar, y a los cachorros no les quedó de otra que aterrizar.
Santa: Vaya, ¿todos están bien?
Baxter: Creo que sí
Silver: Yo también
Charity y Jengibre: Nosotras también
Santa: ¿Qué hay de ti Marshall?
Marshall: Mareado, pero estoy bien
Silver: Estamos a salvo Santa
Santa: Eso bueno, ahora mi pregunta es ¿cómo seguiremos volando?
Marshall: Yo... no lo sé, no puedo ver nada
Baxter: Yo menos
Charity: No puedo ver ni mi propia colita
Santa: Ya comenzó a nevar, ni yo puedo ver nada, no sé cómo seguiremos camino
Silver: Lo más lógico sería quedarnos aquí y esperar a que la tormenta pase por sí sola
Charity: Pero no podemos detenernos, aún tenemos que recorrer la otra mitad del mundo para poder entregar los regalos de los niños y cachorros, además de encontrar a Dulce
Marshall: Tiene razón, no nos queda más opción que seguir camino a pesar de no poder ver nada, somos Cachorros de Santa, podemos hacerlo
Silver: Así se habla Marshall
Jengibre: Estoy de acuerdo
Baxter: Hagámoslo
Santa: De acuerdo, todos de vuelta sus lugares, despegaremos otra vez, tú nos guías Marshall
Marshall: Bien, vamos a salvar la navidad
Así los cachorros nuevamente retomaron su vuelo en medio de la tormenta, Santa y los cachorros tuvieron que poner toda su fe en Marshall, como ya mencionado, los perros tienen un sentido de dirección mucho más desarrollado que los humanos.
Marshall estaba liderando usando sus sentidos nada más para guiar al resto de los cachorros, muy decidido a dar todo su esfuerzo tanto para encontrar a Dulce como para salvar la navidad.
¿Lo lograrán?
Continuará............................................
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Los Cachorros de Santa
FantasiUna noche, apenas unas semanas antes de navidad, el querido Marshall desaparece del cuartel bajo extrañas circunstancias. Mientras Ryder y los demás cachorros estarán buscando a su amado dálmata, el ya mencionado, se meterá en explicaciones confusas...