Yang Jeongin no era la típica definición estereotipada del omega perfecto: no era sumiso ni dócil; era tenaz, terco, grosero y difícil a los ojos de los alfas, alfas quienes no eran la prioridad de Jeongin.
Luego está Hwang Hyunjin, todos decían que...
Jeongin esperaba fuera de la facultad de su mejor amigo. No conocía a nadie, así que solo se dedicaba a quedarse parado viendo a la multitud salir del lugar, pero no a Seungmin.
Por un momento pensó en dejarlo ya que tenía hambre y le urgía desayunar, pero ni siquiera tenía conocimiento de en dónde la cafetería estaba, así que no le quedaba de otra mas que seguir esperando.
Él y su omega se emocionaron cuando visualizaron a una conocida cabellera morada saliendo de la facultad. El omega y el beta conectaron miradas haciendo que este último se acerque sonriente hacia él, pero el pelirosa notó que su amigo venía acompañado.
—Perdón por tardar mucho, el profesor no nos dejaba salir del aula.
Jeongin solo frunció el ceño como respuesta; no le gustaba esperar. Después relajó su expresión para mirar al chico desconocido, también pelirosa y muy atractivo a decir verdad, apróximadamente de su misma estatura, con pecas y por su vestimenta suponía que tenía un gusto muy refinado por la moda.
Se hubiera entretenido más con la preciosa apariencia del deeconocido, pero tenía más curiosidad de saber quién era, así que Yang empezó a intercalar miradas entre él y Kim.
—A-ah, sí. —Seungmin pareció reaccionar—. El es mi amigo australiano, Lee Felix. Felix, el es mi amigo, Yang Jeongin.
Felix miraba de abajo hasta arriba al menor: observó su cabello, su rostro y su cuerpo, todo con una expresión despectiva a la vista de Jeongin, quien estaba incómodo por la reacción que el amigo de su amigo estaba teniendo.
Por último y sin previo aviso, Lee se acercó hasta el cuello del omega para olfatearlo sin sentir ni un olor como resultado. A pesar de que el menor se había tensado, por intentar ser amable se dejó olfatear por el chico con pecas. Además, también pudo sentir el olor contrario:
Algodón de azúcar y cerezas. También era un omega.
Un omega con un olor magnífico a decir verdad.
De alguna forma, a Jeongin le sorprendió que el chico pelirosa no llevara supresores.
Era como si no le temiera a los alfas.
—Estoy seguro que eres un omega con suprerores —dijo por fin Felix arqueando una ceja y con una expresión neutra.
Jeongin se limitó a asentir y a entrar en un ligero estado de confusión cuando vio al de pecas sonreírle amablemente como si nunca lo hubiera mirado mal.
—Mucho gusto, Jeongin.
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Aquel trío se encontraba desayunando en una de esas mesas de la cafetería platicando de cosas triviales.
—Tenía ganas de presentarte a un amigo, Jeongin, pero al parecer tampoco vino a la escuela hoy... ¿Estará enfermo? —cuestionó Seungmin a Felix, quien respondió alzando los hombros en señal de que desconocía la razón—. Es un omega muy popular aquí, seguro te agrada.
