28-No calls

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*__________'S POV*
Hay veces en la vida en las que madrugar no duele, en las que deseas con todas tus fuerzas que el despertador suene para levantarte y hacer lo que se supone que tengas que hacer. Hoy no era de esas ocasiones.

El maldito e incesante sonido de la alarma de mi móvil taladraba mis oídos recordándome que era hora de prepararse para ir a mi pequeño gran infierno.

No tardé mucho en arreglarme, pero las pintas que llevaba no me gustaban nada de nada.  ¿Por qué no podía ser cómo era? ¿Cómo yo quería ser? No preocuparme por nada, por mi peso, por mis problemas... *¿Y ser gorda? Por favor, cambia el chip o estarás sola con 20 mil gatos. Si estás delgada conseguirás muchas cosas. Esfuérzate más.*

Tragué duro y salí de casa con mi manzana en mano, lo único que daría a mi cuerpo durante este día. La primera vez que empecé a usar mi técnica de adelgazamiento me di cuenta del gran error que cometí al debilitarme tanto como para llegar a desmayarme, por ello, he optado por tomarme una manzana, solo una, se supone que no engorda, ¿no?

Caminé con paso firme, rezando porque estas tres horas se me pasaran volando y nadie se diese cuenta de mi presencia.
Llegué puntual, justo a la hora, mientras otros ya pasaban dentro del instituto en dirección a la sala de actos. Logré encontrar un sitio al final del todo, en última fila, donde la mayoría de gente se quiere sentar pero no se atreven por si los profesores les echan de ahí; a mí no me solían decir nada, también pasaba desapercibida entre los profesores, no era la gran cosa.

-___________ Baker. - Me sobresalté al oír mi nombre, aunque al vivir en España ese apellido era muy poco común y nadie se apellidaba así. Después escuché más nombres que pertenecían a mis compañeros.

Me levanté con todos los demás y me encaminé a clase sentándome en última fila, mi lugar predilecto.

Las dos horas que quedaban se me pasaron volando, mi tutor solo hablaba y hablaba mientras que yo escuchaba música a través de los auriculares que había logrado ponerme sin que nadie se diese cuenta (nadie estaba sentado a mi lado así que nadie se podía fijar en mí).

Ver a todos los de mi clase levantarse de sus sillas me dio carta para poder marcharme del infierno que tendría que soportar durantes 9 largos meses de mi vida. No miré a nadie, solo seguí mi camino deseando no encontrarme ni ser el punto de mira de alguien indeseado, pero como siempre, la suerte no estaba conmigo.

-¿A quién tenemos aquí?- Seguí andando sin prestar atención, sabía quién era y no quería encontrármela, no después de mi arrebato de valentía en Irlanda. Una fuerte y áspera mano me rodeó el brazo con fuerza, como si quisiera partirlo por la mitad, parando mi huída.

-Te están hablando, escucha.

-Gracias, mmmm... Como te llames- dijo Cassie- A lo que iba, coged su bolso.

Agarré con todas mis fuerzas el bolso y salí corriendo por el pasillo. El gran problema era la aglomeración de gente sumado con mis mínimas energías, por lo que no llegué muy lejos cuando noté un fuerte tirón en mi pelo. Dolía, ardía como el fuego. Mis lágrimas saltaron solas de mis ojos. Intenté gritar pero no pude. Miré alrededor y nadie hacía caso a la situación que estaba viviendo. ¿Tan invisible era? ¿Tan monopolizado tenía el instituto la pelirroja? Mi bolso fue arrebatado de mis manos. Mierda, no debí haberle pegado esa bofetada, soy una estúpida que se merece lo que la está pasando, todo es culpa mía.
Sentí como todo lo que tenía era tirado de mi bolso; el móvil, la cartera... Todo.
De repente, el móvil fue pisado por uno de los tacones de Cassie, la tarjeta SIM ya no estaba (la había cogido una de las otras chicas). ¿Qué iba a hacer yo ahora? ¿Cómo le iba a decir a mi madre que mi móvil estaba roto? No podría aguantar a mi madre echándome otra vez la bronca, mirándome con asco.

-Creo que es hora de dejarla en paz, la gente se está marchando.- Apremió el mismo chico que me había cogido del brazo.

-Un segundo.- Los ojos de la chica que me hacía la vida imposible quedaron a la altura de los ojos míos.- Este es solo el inicio. Acuérdate de tu arranque de valentía en Irlanda porque es la única vez que vas a estar por encima de mí. ¿Me escuchas, gorda?

La intenté mirar con asco pero me era imposible. Sabía que tenía razón en lo que decía así que no podía negar la realidad.
Guardé los restos de mis cosas y salí corriendo de allí. Solo quería encerrarme en mi habitación y llorar tranquilamente, intentar desahogarme de la única manera que sabía y dar de baja mi número de móvil; como tantas veces me había pasado.
Mi gran problema era que ahora no podría hablar con Niall. *Mejor,  así nadie te distrae de tu meta. Recuerda que él realmente solo te hace mal, no bien.* Monté en el metro intentado que no se me notara triste y pensado que ayer fue la última vez que escucharía la voz del rubio.

*NIALL'S POV*

-Niall, deberías dejar el móvil ya...

-Ahora, esperad.

Volví a marcar el número de ____________. Las primeras veces me daba como que estaba apagado o fuera de cobertura, quería intentarlo una vez más antes de la entrevista; sabía que era su primer día de clase y también sabía que a lo mejor había sido un desastre para ella y, por tanto, necesitaba algo de apoyo, aunque no lo quisiera admitir.

Volví a marcar, esperando una respuesta. "El número al que llama no existe." Me quedé congelado. Debe de ser mentira, ¿cómo que no existe? Lo intenté un par de veces más, obteniendo la misma respuesta.
¿Y si esto era mi culpa? ¿Y si no quería hablar conmigo nunca más? Tal vez debería dejar de preocuparme por la personas y pasar página del todo y eso es lo que iba a hacer definitivamente.

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Vota si te ha gustado y si quieres lincharme por tardar tanto.
1. He tenido exámenes.
2. Matt Bomer ha aparecido en mi puerta y me ha dicho con su voz seductora "te estoy esperando" y no  me he podido resistir a la tentación. (Me he viciado a White Collar)
Bye, lava you :)

Let Yourself Be Free.(Niall Horan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora