D I E S C I S E I S

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Harry estaba acostado en su cama. Decidió no asistir a ninguna clase, no estaba con el humor para soportar la felicidad y la bondad que irradia Auradon. Se acomodó mejor en el colchon para volver a dormir cuando alguien entro en la habitación.

-¿Estas bien? ¿Por qué no fuiste a clases? -escuchó la voz de Uma.

-¿Acaso te importa? - preguntó irritado.

-Te rechazó, ¿cierto? -dijo Uma con una falsa cara triste.

-Simplemente me di cuenta de que no vale la pena protegerla si esta tan podrida como nosotros -dijo sentandose en la cama.

-Auch.

-Como sea. Robemos esa varita lo antes posible.

Uma sonrió satisfecha. No sabía que había pasado entre ellos. Recuerda haberlos visto discutir y que Adara parecía la culpable. Como sea no le importaba mucho la razon de su pelea, solo sacar la mayor ventaja posible de la situación.

-Tengo un plan -dijo la morena- .Pero necesitamos a Adara de nuestro lado.

-Hecho -aceptó Harry, tan rapido que sorprendió a Uma- .Si ella puede usarme, yo tambien puedo hacerlo.

Uma estuvo a punto de burlarse, pero decidió guardarselo para cuando tuviera la varita en sus manos.

-Volveré pronto con una posión -dijo y luego lo miró de arriba a abajo con disgusto- .Intenta lucir como una persona decente para cuando vuelva.

Uma salió de la habitación y Harry suspiró. No sabía si hacía lo correcto y tampoco lo pensaría mucho. Se sentía estupido por haber creído que una princesa como ella se enamoraría de un pirata como el. Tal vez, Adara se dió cuenta de sus sentimientos por ella y decidió usarlo para vengarse de lo que su padre le hizo a su madre. Demonios, una parte de el hasta estaba orgulloso. Pero Uma tenía razon, ya fue suficiente de jugar al principe azul. Él era un pirata, y estaba orgulloso de serlo.



-No puedo creer que hayas hecho algo como eso -dijo Melody con decepción.

-Lo siento -dijo Adara reteniendo las lagrimas.

-No es conmigo con quien debes discuparte -dijo Melody ahora sonando más enojada- .No tienes idea de lo mucho que se esforzó para agradarte, para acercarse a ti.

-Lo sé, sé que no tengo ni idea de cuanto se esforzó. Pero sé cuanto ha cambiado, lo he visto. Paso de ser un completo idiota a ser solo un idiota de medio tiempo, el restante lo utiliza para ser dulce y divertido. Y me gusta por eso.

Melody estaba sorprendida de lo que acababa de escuchar, estaba feliz de que su amiga aceptara lo que siente por Harry, estaba feliz porque sabía que ambos podría resolver esto y ser felices.

-¿Quieres que él te perdone? -dice Melody tomando por los hombros a su amiga- .Dile todo lo que me acabas de decir.

-Lo haré -dijo Adara con una sonrisa- .Pasaré por su cuarto despues de clases.


Uma volvió tiempo despues con una bolsita que contenía dos galletas de chocolate. Harry las tomó y salió de su habitación en busca de la chica. Sabía lo que debía hacer, disculparse por haber reaccionado de esa manera anoche, ofrecer las galletas mágicas como ofrenda de paz y luego celebrar su victoria.

Caminó por los pasillos buscandola, se supone que ahora estaría saliendo de su clase de matemáticas, la cual compartían, por lo que su casillero es la opción mas acertada en donde podría encontrarla. Efectivamente, Adara se encontraba guardando algunos libros. Tomó un poco de aire, y coraje, y se acercó.

Una vez junto a ella se aclaró la garganta para llamar su atención. Adara giró en su dirección y cuando lo vió sonrió un poco aliviada, si él la buscaba significaba que ya no estaba tan molesto, ¿Cierto?

-Hola -saludó ella primero.

-Hola -respondió él.

Luego ambos se quedaron en silencio. Harry por estar tragandose su orgullo para disculparse y Adara porque no sabía como iniciar su disculpa.

-Yo quería... -comenzaron ambos, pero callaron al escuchar al otro.

-Continua -le pidió Adara.

-Quería disculparme -suspiró antes de continuar, esto le estaba resultando dificil -. Anoche exageré con mi reacción.

Adara negó con la cabeza y quizo contradecirlo pero Harry habló nuevamente.

-Traje esto, como ofrenda de paz -forzo una sonrisa mientras le entregaba las galletas.

Adara le sonrió tambien y tomo la bolsita, revisó su interior y descubrió las delicias que contenían.

-Gracias -dijo sacando una galleta- ¿Las hiciste tú?

-Con un poco de ayuda.

-No debiste molestarte -dijo y acercó la galleta a su boca, Harry sonrió aun más -. Veamos que tan buen pastelero eres.

En cuanto le dió la primer mordida Harry notó un cambio, un pequeño destello en sus ojos, solo fue un segundo, pero estaba seguro de que se le tornaron negros. Si ella no hubiera estado mirandolo directamente mientras comía, se lo hubiera perdido. Esperaba que fuese una buena señal.

-Deliciosas -dijo con la boca llena. A Harry le pareció adorable y volvió a sentirse inseguro respecto al plan, era un poco tarde para eso. Cuando se terminó la primer galleta volvió a hablar.

-Ahora escuchame tu a mi. No traigo galletas de la paz pero... -se tambaleo hacía atras interrumpiendose a si misma. Harry frunció las cejas ¿Eso era normal?

Adara intento volver a hablar pero un nuevo mareo la atacó de vuelta. No entendía lo que sucedía, había comido y dormido bien los ultimos dias. Miró a Harry y al ver su cara lo entendió, miró la otra galleta en sus manos la cual se torno borrosa un momento. Tiró la bolsa al suelo y volvió a mirar a Harry, cada vez más debil que antes. Se recostó en los casilleros antes de hablar.

-¿La galleta tenía algo? -preguntó apenas en un debil susurro.

Pudo ver el rostro procupado de Harry, sus labios moviendose con la deseada respuesta, pero Adara no pudo escuchar con claridad las palabras, todos sus sentidos estaban adormecidos. Quería preguntarle a Harry que fue lo que había dicho cuando sus ojos se cerraron y lo ultimo que sintió fue que unos brazos la tomaban mientras ella se desvanecía en la bruma de la inconsciencia.


Una Sirena de Nunca Jamas/ Harry HookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora