Q U I N C E

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El salon de baile de la preparatoria estaba adornado con los colores típicos de Auradon: azul y dorado. Había varias telas, guirnaldas y globos, todos metodicamente colocados para crear algo agradable a la vista. Cuando Harry entró se quedó admirando todo, a una parte de él la decoración le pareció horrenda, pero a otra parte más pequeña le parecio bonito. Eso le dió miedo. Tratando de quitar eso de su cabeza volteó hacía Adara, quien miraba todo con una sonrisa. Cuando sintió su mirada volteó a verlo, él le hizo una mueca de asco que le causo gracia.

-Ay vamos, no te afectará en nada que admitas que la decoración esta buena -le dijo con una sonrisa.

-Por favor, eso dañaría mi imagen -bromeó. Ambos rieron.

Adara volvió a mirar al frente buscando a su tia, quería encontrarla ella primero y que no fuera al revés. Cuando no la vió, comenzó a buscar a Melody, lo que fuera para mantenerla distraida de las miradas curiosas de los demás estudiantes. Antes de poder encontrarla escuchó una voz.

-Harry! -Uma llegó junto a ellos con una sonrisa-. No sabía que venias con alguien.

-¿Como estas, Uma? -saludo Adara-. Te vez muy bonita -dijo sincera.

-Gracias. Tu igual -Su sonrisa era falsa, y Adara lo notó.

-¿Podemos ir a buscar a Melody? -preguntó Adara a Harry. Él asintió rapidamente.

-Nos vemos luego, Uma -se despidió el pirata.

-Si claro -dijo ella y Adara comenzó a alejarse, cuando Harry quizo seguirla Uma lo detuvo-. No falles.

Harry solo la miró y fue tras Adara. No quería tener la sombra de Uma acechandolo toda la noche, él quería disfrutar el baile con la chica de sus sueños. Suspiró antes de sentarse en la misma mesa que Melody y Josh.

Los cuatro estuvieron conversando un rato hasta que anunciaron la llegada del Rey Ben. Todos se pusieron de pie para recibirlo y luego algunos se acercaron a saludarlo.

Adara se disculpo con sus amigos y junto a Harry se acercó a la familia real. Al verla del brazo de Harry, Bella y Adam se sorprendieron, aunque intentaron disimularlo. Adara lo notó igual y sonrió con satisfacción. Harry, por su parte, estaba bastante nervioso. Ya tuvo que hacer bastante para "Ganarse" a Adara y ahora debía caerle bien a los que eran como sus padres.

-Bella, Adam -los saludó con un abrazo- ¿Ya conocen a Harry? Él es mi cita esta noche.

-Es un gusto conocerte -dijo Bella antes de estrecharle la mano.

-Igualmente majestades -dijo Harry pasandole la mano ahora a Adam.

-¿Mi tía aun no ha llegado? -pregunto Adara y Harry solo pensaba en que tendría que comportarse frente a alguien más.

-Estaba un poco retrasada, pero llegará pronto -respondió Bella-. Disfruta del baile mientras puedas.

Adara sabía que lo decía por Harry, en cuanto Atisa se enterára de quien era su acompañante se volvería loca. Y pensandolo bien, tenía a un guapo muchacho junto a ella asique seguiría el consejo de Bella.

-Lo haré.

Ambos iban de regreso a su mesa cuando una canción lenta comenzó a sonar. Todas las parejas se levantaban a bailar y Harry no quería que ellos fueran la excepción. Se separó de su agarre llamando la atención de su compañera. Harry hizo una exagerada reverencia haciendo que Adara ría.

-¿Me haría el honor de acompañarme en el este baile, Mi Lady?

Adara imitó la reverencia y con una sonrisa burlona le contestó.

-Usualmente no bailo con piratas sucios -Harry sonrió-. Pero haré una excepción esta vez.

Se acercaron más y Adara puso sus brazos alrededor del cuello de Harry, y él puso sus manos en su cintura.

-Bueno, yo tampoco suelo bailar con sirenas tramposas -dijo sonriendo-. Pero creo que caí en la trampa hace bastante.

Adara se sonrojó ante tal cumplido e intentó reprimir la sonrisa que se formaba en sus labios. Mientras se balanceaban de un lado a otro Harry la miró con antención, se concentró en sus labios, que pedían a gritos ser besados. Minutos despues su vista subió a sus ojos, los tenía cerrados, pero él aun recordaba su color y lo mágicos que se veían bajo las luces artificiales la noche que la invitó al baile. Decidido a correr el riesgo, comenzó a acercarse lentamente. Entonces ella abrió los ojos y se dió cuenta rapidamente cual era la intención del pirata. Harry se detuvo, esperando que ella se alejara, cuando Adara no lo hizo él siguió acercandose.

Cuando estuvieron solo a centimetros uno del otro y Harry podía sentir la respiración de Adara, la suya se cortó. Ambos separaron un poco los labios, ansiosos por tocar los del otro.

-¡Por fin te encuentro! -apareció Atisa haciendo que ambos se separaran sorprendidos.

-¡Tia! -dijo Adara abrazandola. Mientras que a Harry aun le costaba procesar lo que estuvo a punto de pasar-. El es Harry, Harry Ho-

-Es un gusto -la interrumpió antes de que dijera su apellido. Adara voteó a mirarlo confundida y Harry pensó que hasta un poco enojada.

Harry ignoró su mirada y estrechó su mano con la de la mujer.

-Bueno vaya. No solo seguiste mi consejo, además encontraste un joven muy apuesto -dijo Atisa mirandolo de pies a cabeza.

Harry sonrió orgulloso, aunque sintió una pequeña punzada de dolor al recordar que si no hubiera omitido su apellido, su reacción sería otra. Atisa se despidió diciendo que hablarían más tarde y luego caminó hasta Bella y Adam.

-¿Por qué no dejaste que le dijera tu apellido? -le dijo Adara y, efectivamente, estaba enojada.

-No quería causarte problemas -dijo él confundido por la actitud de ella- ¿Por qué actuas como si quisieras causar caos?

-No sé de lo que estas hablando -se hizo la desentendida.

-Vamos, te ví sonreír cuando Bella y Adam trataron de ocultar su sorpresa al ver que yo era tu acompañante.

-Eso no significa nada -se defendió Adara.

De pronto Harry se dió cuenta de algo.

-Solo aceptaste mi invitación para enojar a tu tia -afirmó dando pasos hacia atras, luego, sin esperar respuesta salió de salon para irse a su habitación.

Al diablo lo que pensara Uma. Al diablo con el tonto plan. Lo único que Harry quería era llegar a su habitación y aventar todo lo que pudiera contra la pared.

-¡Harry espera! -escuchó que Adara lo llamaba. Él la ignoró.

-¡Por favor escuchame! -dijo llegando hasta donde él estaba. Pero el no le dió tiempo a contestar.

-Sabes que es lo más gracioso de todo -dijo sarcastico-. Que todos, todo el tiempo me dicen que no te lastime, pero la única que esta lastimando ahora eres tú.

Ante esas palabras Adara se congeló. No pensó nunca que Harry le afectara tanto, pensó que hasta podrían reir juntos. Al parecer ella le importaba más de lo que creía.

Harry tampoco esperó a que ella contestara, solo se dió la vuelta y continuó su camino. Enojado y herido. Se sentía como un tonto pirata que cayó en las redes de una sirena y ahora se ahogaba en las profundidades del mar. Y en cierto punto, eso es lo que era.



Una Sirena de Nunca Jamas/ Harry HookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora