Bell, Hijo de la Bruja

Capitulo 14

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La música sonaba, una música suave para bajar la intensidad de la fiesta que ya estaba llegando a su fin. El centro de la pista de baile era reinado por una pareja que sobresalía del resto.

Una cabellera dorada que danzaba al compás de la música con un juego de pies perfecto, quizá el ser una aventurero de clase alta más su dominio en la esgrima le daban ese control total en sus pasos.

Su pareja, una persona un poco más pequeña que su acompañante por una cabeza que le sacaba, sus pies seguían a los de su pareja femenina quien era quien llevaba el ritmo del baile, aún así él no se movía para nada mal. Su cabello blanco que ahora parecía plateado por la iluminación danzaba al igual que el de su pareja de no de una forma tan majestuosa.

Si bien en su mirada no se podía notar algún signo de estar disfrutando el baile,  el caso era todo lo contrario. Bell no lo podía explicar, pero en estos momento se sentía igual que como cuando su madre le cocinaba, lo llevó a sus recuerdos más felices que pasó junto a su querida madre.

<La princesa de la espada>, Aiz Wallenstein baila miembro de la <Familia Loki>, demostraba sus excelentes pasos de baile bajo la influencia del alcohol a todo los espectadores. Y su pareja no se quedaba atrás, siendo un aventurero de clase baja, su nombre ya se ha escuchado por diversas familias alagando sus cualidades, o las que ellos creían que tenía Bell.

Odín observaba con una sonrisa y una pequeña lágrima varonil a los actos de su hijo más reciente, por otro lado, algunos/as dioses ardían en celos por estar en esos lugares. Por parte de la población masculina para estar de pareja con <La princesa de la espada>, algunos que otros para estar con Bell. La mayoría de la población femenina envidiaba a Aiz por estar en ese lugar. Una diosa de cabellos plateados ardía en celos al ver la escena.

Loki por su lado, también estaba algo molesta por ver a "su Aiz" bailando con otra persona que no fuese ella, pero también estaba conmovida por la actuación que presentaban Aiz y Bell.

-Es simplemente hermoso...

Dijo Odín limpiándose unas pequeñas lágrimas de los ojos.

-¿Estás llorando?

-No...son lágrimas varoniles.

-Si si, como digas.

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Luego de una larga...muy larga fiesta, Bell se encontraba despertando en...quien sabe.

-¿Donde?

Preguntó al aire, no recordaba el momento en el cual se quedó dormido.

Comenzó a observar a sus alrededores. Habían personas en su misma situación, observando a todos lados para reincorporarse en el mundo, desconcertados de que había pasado hace unas horas.

Su mirada llegó hasta su lado derecho donde pudo observar una cabellera dorada que le daba la espalda, y al igual que Bell hasta hace unos momentos, se encontraba en un profundo sueño.

¿Qué había pasado?, el baile constante más los litros de alcohol en el sistema de todos los invitados hicieron que quedaran en un estado donde colapsaron en medio de la pista, y al parecer no fueron los únicos, los dioses, o al menos los que quedaron, se encontraban despertando también con los rayos de sol que entraban por os cristales que habían en el techo y las paredes.

-Buenos días bello durmiente.

La voz de su dios era muy suave, como si le costase hablar, volteó hacia atrás y ahí estaba Odín, con un aspecto nada agradable casi como si se hubiera agarrado a golpes en una borrachera, algo muy probable.