A los pies del boxeador.
Él no era como los otros hombres que frecuentaban aquel viejo bar, no. Primero porque usaba un refinado traje que de seguro estaba hecho a medida. Pero algo no combinada con aquellas costosas prendas, quizás era que su cabellos estaba demasiado cuidado para un empresario, quizás eran esos tatuajes que sobresalían bajo...