Hace mucho tiempo, una chica fue maldita por la oscuridad. Vagó por el mundo descubriendo a cada paso cosas nuevas. Vivió mil vidas. Pero anhelaba compañia. Desde el inicio de los tiempos, la oscuridad existía. Una noche hizo un trato con una chica. Recogió millones de almas excepto la suya. Él también comenzó a anhelar compañia. "Después de todo, quizá no era raro que Adeline pensara que lo había pasado por alto. No siempre había sido tan cuidadoso con sus palabras como le hubiera gustado. No, quizá si lo hubiera sido nada se habría desmoronado..." **Este fanfic se desarrolla luego del final de La vida invisible de Addie LaRue. Para comprenderlo y disfrutarlo mejor, les recomiendo primero leerlo** †Los personajes no me pertenecen, este es un fanfic que los retoma, únicamente†