Seis

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A diferencia de lo que siempre le presumía a Adeline, Luc no se sintió tan sensato y audaz cuando su plan terminó. En ese momento sabía que Adeline se quedaría a su lado para siempre sólo por el humano que había utilizado, pero eso no le bastaba. Ya no.

Ahora que la tenía cerca, sentía que su distancia era más grande que antes de que volvieran a encontrarse. Su mente (pues aún no identificaba lo que sentía su corazón) se sentía descolocada, y su cerebro, antes tan lleno de ideas a poner en práctica cuando estuvieran juntos nuevamente, se había quedado vacío.

Podía ver la cara de Adeline cuando leía el título del libro del muchacho La vida invisible de Addie LaRue, y su sosa dedicatoria "Me acuerdo de ti". Él también la recordaba, había estado con ella desde el inicio, incluso antes de que ambos supieran que se encontrarían, él custodiaba sus travesuras nocturnas y le brindaba como cobijo noches llenas de estrellas para que pudiera admirarlas. Pero ¿Henry?, siete días junto a ella no se comparaban con los siglos que habían compartido juntos.

Era inútil que se sintiera inquieto por un joven que él mismo había manejado como peón, sin embargo no podía dejar de sentir en su pecho falto de corazón, una sensación opresiva que le molestaba. Y le molestaba aun más la sonrisa de Adeline, no porque significara que había logrado encontrar una laguna en su trato, sino porque sabía que gracias a él, a su doble, ella era feliz. Luc, quien sólo en pocas ocasiones logró provocar esa sonrisa sincera en los labios de Adeline, sintió por primera vez que había perdido una batalla.

La vida vacía de la Oscuridad (LucxAddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora