Corría por un bosque aterrada, esperando que no me encontrará, tenía miedo hasta de mi propia sombra, en eso El me estamos contra un árbol. _¿quien eres?_ pregunto adolorida y mi voz temblorosa y quebrada. _Pronto lo sabrás_ se acerca peligrosamente a mi y apoya sus brazos alrededor de mi cabeza. _¿Qué quieres de mi?_ pregunto asustada. El aspira mi cuello y me dice: _ Eres mia, no podrás escapar de mi_ dice con una sonrisa macabra.