Francisco...
Salgo hecho una furia tirando todas las cosas que se me cruzan a mi paso, ¿acaso no puede entender que es mía? ¿tan terca puede ser? ¡Maldición! Y yo también fue un completo idiota al tratarla así.
_ ¿Qué te pasa? Deja de lanzar las cosas _ volteo y era mi hermana que esta con los brazos cruzados mirándome con desaprobación
_No me acepta _ ella entiende lo sucedido
_ Dale tiempo, es humana y no entenderá nada de esto por un largo tiempo
_ Piensa que la tengo secuestrada y...
_ Te dije que no era buena idea y mira lo que haces, escuche la discusión y esta aterrada
_ La mordí Laura, la grité, fui un imbécil
_ ¿¡La mordiste!? _ dice ella exaltada _ maldición francisco que hiciste
_ Estaba enojado y no me contuve, pero logre parar _ de solo decirlo hasta vergüenza me da, por mi culpa perdió se desmayo
_ No es suficiente, ahora pensara que eres una bestia y un con justa razón _ dice con una mirada desaprobatoria
_ Ya Laura basta _ digo ya exasperado
_ No, no basta hermano te tendrás que controlar si quieres que siga viva y vas a tener que reconsiderar tenerla aquí
_ ¿Qué has dicho? _ ¿Cómo puede decir eso?
_ La verdad, si la quieres tener a tu lado hazlo bien, ella no entenderá nuestro mundo, pero tu entiendes el de ella, así que si no quieres que sufra lo harás, sino en vez de amarte te va a odiar
_ No voy a dejarla libre ella es mía Laura, tu más que nadie sabe lo que la espere
_ Lo sé y por eso mismo cuídala, no cometas errores que puedan costarle su vida, conozco tu temperamento así que tendrás que controlarlo por el amor que le tienes y te diré algo, si en algún momento llego a conocer a mi alma gemela no lo trataría como lo haces ni lo encerraría como tu bruto _ ¿me acaba de llamar bruto?
_ ¿Qué me dijiste? _ demasiado tarde ya se había ido
Camino hacia mi despacho y me sirvo un trago sentándome en el sillón procesando cada palabra que me ha dicho mi hermana y sé que tiene razón, pero es tan difícil controlarme con ella, llega a sacarme de mis casillas, aún recuerdo como se defendió de, mi toda una fiera hasta hizo que me dolieran sus golpes lo cual es raro ya que soy mucho más fuerte que ella
_ Esto será un reto con ella _ digo mientras saco una sonrisa.
Aún recuerdo la primera vez cuando sentí su olor tan llamativo, recuerdo que fui con un par de amigos a tomar un café y allí fue cuando la vi, sentada en una de las mesas leyendo un libro, por un momento hicimos contacto visual y vi esos hermosos ojos que hicieron volver a latir mi corazón, allí supe que sería mía para siempre, estaba destinada a estar junto a mí, me contuve mucho a no ir por ella pero necesitaba estudiarla, saber cómo era ella y como enamorarla, espere por unos 3 largos años siguiéndola y ahora que la tengo aquí no sé qué hacer, ella está arriba inconsciente por mi culpa y seguramente cuando despierte me odiara por lo que le hice.
Nose cuanto tiempo me quede pensando, pero ya era de noche y francamente no quería discutir hoy, les ordene a unas de mis empleadas que viera si estaba despierta para que coma algo ya que en todo este tiempo no había comido nada, pero me dijeron que no, así que decidí que siga así y yo me fui a otra habitación a dormir ya que mañana seguramente Sofía me pondrá las cosas difíciles
Al mañana siguiente despierto muy temprano para yo mismo ver como esta, pero sigue dormida, me quedo mirando su rostro tan relajado, pero con rastros de tierra seca combinado con lágrimas, ver aquellos ojos un poco hinchados hace que se me parta el alma y saber que todo fue causa mía hace que el remordimiento haga presencia, me quedo examinándola por unos largos minutos pero ella comienza a quejarse y a moverse un poco, al abrir sus preciosos ojos inspecciona la habitación y al no percatarse de mi presencia intenta levantarse pero falla en su accionar, agarro sus hombros para sostenerla y ella al verme pone cara de terror haciendo que mi corazón se estruje pero decido hablar.
_ Me alegro que hayas despertado _ le digo y ella cambia de expresión a una mezcla de neutra y enojada
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No Escaparas, ¡Eres Mia!
VampirCorría por un bosque aterrada, esperando que no me encontrará, tenía miedo hasta de mi propia sombra, en eso El me estamos contra un árbol. _¿quien eres?_ pregunto adolorida y mi voz temblorosa y quebrada. _Pronto lo sabrás_ se acerca peligrosamente...