Había soñado durante años con esto; esta instancia, este momento. Tenía 20 años cuando finalmente las puertas para llegar a uno de mis más grandes sueños, se abrieron de par en par. Había conseguido ingresar a una de las mejores agencias como trainee. KQ ENTERTAINMENT había gustado de mi audición y acababa de aceptarme en su mundo. Sin embargo, ese día todo era caos. Veía a productores corriendo de un lado a otro, concentrados en sus celulares y papeles varios. Uno de los backdancers acababa de reportarse enfermo justo un día antes del comeback más esperado de ATEEZ. Conocía al grupo desde su debut; siempre había estado sorprendida por la fuerza de sus coreografías. Pero jamás imaginé que me vería obligada a aprender alguna de ellas. No hasta ese día.