-¿Quieres ser mi mama?-me pregunto aquella niña, yo no podía decir nada, solo me detuve a observar la reacción de su padre quien nos observaba a ambas - mi familia está rota pero aun funciona- para tener 4 años si que sabes cómo hablar. - Me encantaría, pero primero debes preguntarle a tu padre- le dije buscando una excusa para no decirle no, observó a Sebastián tratando de que responda rápido. -claro que ella puede ser tu mamá - okay, eso si no me lo esperaba